La misteriosa desaparición de un mural de Banksy
La conocida obra del artista estaba protegida oficialmente y se desconoce si ha sido robada o destruida
No es la primera vez que ocurre. Otro de los murales callejeros de Banksy, en este caso una pieza especialmente famosa que satiriza la vigilancia a la ciudadanía por parte del Gobierno, ha desaparecido de su emplazamiento en Cheltenham, una ciudad inglesa del sudoeste a 175 kilómetros de Londres, sin que todavía esté claro si ha sido destruido o bien arrancado del edificio con fines lucrativos. El mural gozaba del estatus de obra protegida desde el año pasado por decisión municipal.
Spy Booth (La cabina espía) el título de esa obra de arte urbano plasmada en una pared de un inmueble de la localidad de Cheltenham (unos 110.000 habitantes) por el grafitero más célebre del mundo, fue objeto de controversia desde que apareciera una mañana de abril de 2014 junto a un edifico georgiano del siglo XIX y catalogado. Los ciudadanos emprendieron una campaña para conseguir la protección oficial de una pintura ejecutada a golpe de spray, que desde entonces atrajo a muchos turistas y curiosos, convirtiendo el inmueble en uno de los más fotografiados del país. Sin embargo, el mural también fue víctima de reiterados actos de vandalismo que intentaron tapar la siniestra imagen que retrataba: un grupo de espías, ataviados a la manera de las películas los años cincuenta (gafas de sol, gabardinas...) y equipados con todo tipo de aparatos de vigilancia, pinchando la llamada del usuario de una cabina telefónica real.
El mural, que se esfumó el pasado fin de semana, fue realizado al poco de conocerse las revelaciones del exagente estadounidense Edward Snowden sobre la implicación británica en el espionaje de personas, y precisamente emplazado a escasos cinco kilómetros de la sede uno de los tres servicios de inteligencia de Reino Unido, el GCHQ. La montaña de escombros que apareció donde antes había una pared hizo pensar inicialmente que Spy Booth había sido destruido. Sin embargo, la escasez de restos con rastros de pintura ha acabado planteando la segunda hipótesis, que la obra fue arrancada.
El diputado por la circunscripción local, Alex Chalk, ha reclamado una investigación para resolver el misterio. "Ya habíamos hablado con el dueño", ha asegurado Mark Nelson, miembro del consejo municipal de Cheltenham. "La protección de la obra de Banksy había sido siempre una de nuestras prioridades, y el dueño sabía que era una obligación protegerla mientras se llevaran a cabo las obras", ha comentado.
Now what's going on at banksy corner? #Cheltenham pic.twitter.com/NRtevANPP5
— andrew reynolds (@AndrewMadpoll) August 21, 2016
Un episodio similar ocurrió hace tres años en el barrio londinense de Wood Green. La pintura Slave Labo, en la que Banksy mostraba a un niño cosiendo banderas de la Union Jack como denuncia del trabajo infantil, fue arrancada de la pared para reaparecer cuatro meses después en una subasta de arte en Miami. Las protestas vecinales resultaron inútiles, porque los dueños del edificio en el que estaba emplazada eran legalmente también los propietarios de cualquier obra que los espontáneos decidieran plasmar en su fachada.
El Ayuntamiento ha contactado con el propietario del edificio, que se ha mostrado inaccesible a la prensa, para intentar dirimir qué ha ocurrido. El inmueble donde la obra lucía, y en el que se acometen actualmente reformas por exigencia del gobierno del municipio, está en venta desde enero. El precio de salida, 210.000 libras (245.000 euros) es muy inferior a la cotización millonaria que cualquier obra de Banksy —un artista del que se desconoce su identidad, solo que es de Bristol y tiene alrededor de 40 años— puede obtener en el mercado del arte.
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