Vida del filósofo errante
La publicación en castellano de la ejemplar biografía firmada por Hollingdale y de un libro de Paolo D’Iorio iluminan la obra del alemán Friedrich Nietzsche, uno de los pensadores más influyentes del siglo XIX
La biografía de Nietzsche del británico Reginald John Hollingdale (1930-2001), aunque aparecida en 1965 —y revisada en 1999—, constituye hoy una muestra ejemplar de información y narración; y es bienvenida su publicación por Tecnos porque en castellano no contamos con muchas biografías de Nietzsche; tenemos la de Safranski (Tusquets), la más popular, mientras que la exhaustiva de Curt Paul Janz (Alianza) está agotada.
De Hollingdale, periodista y escritor, son admirables sus traducciones al inglés de las obras de Nietzsche, y otro de sus logros intelectuales consistió en liberarlo de la etiqueta de inspirador del nazismo con la que se lo conocía en el mundo anglosajón durante y después de la II Guerra Mundial. En este libro se insiste además en su aversión por el antisemitismo igual que en su desprecio a “los alemanes” y a su cacareada pureza de raza. Hollingdale recurre a los testimonios del propio Nietzsche para ir desgranando sus avatares a la par que su pensamiento, tan inseparable de las emociones y experiencias personales. Su vida fue errante, tan jovial como doliente e intelectual. Catedrático de griego en Basilea con 25 años, jubilado por enfermedad con 35, el sagaz Nietzsche pasó el resto de su vida como “espíritu libre”, subsistiendo gracias a una modesta pensión, en Niza, Génova, Roma, Turín, Venecia o en las soledades de la Alta Engadina; murió en Alemania, en la casa materna de Weimar, aunque ya enajenado y sin voluntad.
Un hito vital lo constituyó su relación de amor-odio con Wagner, comentada en extensión por Hollingdale; y esencial fue el encuentro del filósofo con la indomable joven rusa Lou Salomé. Nietzsche le propuso matrimonio al poco de conocerla. Ella lo rechazó como marido, pero lo invitó a formar parte de un trío fraternal junto al también filósofo Paul Rée, íntimo de Nietzsche: vivirían los tres “como monjes”, consagrados al intelecto. El filósofo aceptó, pero Lou y Rée lo traicionaron yéndose a vivir como pareja, sin él.
Antes de esta desventura, Nietzsche estuvo hermanado con Rée en una estancia conjunta en Sorrento, una etapa crucial que Hollingdale despacha en unas pocas páginas, pero a la que Paolo D’Iorio (1963) dedica un libro entero esclarecedor, ahora publicado por Gedisa. Este filósofo italiano aporta detalles de la vida sorrentina de Nietzsche y sus amigos — allí lo acompañaron Rée y el estudiante Alfred Brenner, invitados todos por la aristócrata feminista Malwida von Meysenbug—, y sobre todo analiza en profundidad el significado para el desarrollo intelectual de Nietzsche de su encuentro con el sur de Italia.
Nietzsche permaneció en Sorrento desde el otoño de 1876 a la primavera de 1877; aún no se había despedido de su cátedra en Basilea, pero su salud era tan pésima que le dieron un año de excedencia para restablecerla: fuertes migrañas lo atenazaban a diario impidiéndole leer y escribir. Malwida alquiló habitaciones con vistas al mar en la pensión Villa Rubinacci y allí reunió a su pequeño círculo de amigos para aprender juntos música y filosofía. D’Iorio recrea las actividades de aquel grupo de privilegiados del espíritu, sus excursiones a Capri o Nápoles, así como los últimos encuentros de Nietzsche con Wagner, quien también estaba en Sorrento con su familia. En el sur, rodeado de olivos y naranjos, sol y mar, Nietzsche quiso romper con su vida anterior, allí aspiró a la libertad y la salud; rompió con Wagner porque este simbolizaba para él la pesadez y el pesimismo norteños. En el cálido sur se gestó uno de los libros más lúcidos de Nietzsche y el que daría un giro a su pensamiento: Humano, demasiado humano, inspirado en Voltaire; así comenzó su filosofía de la liberación.
Nietzsche. El hombre y su filosofía. R. J. Hollingdale. Traducción de Manuel Garrido y Carmen García-Trevijano. Tecnos. Madrid, 2016. 336 páginas. 19 euros.
El viaje de Nietzsche a Sorrento. Una travesía crucial hacia el espíritu libre. Paolo D’Iorio. Traducción de Luis Enrique de Santiago Guervós. Gedisa. Barcelona, 2016. 256 páginas. 19,90 euros.
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