Pepe Moral, Sebastián Castella y Andrés Roca Rey triunfan en Francia
Daniel Luque y Jiménez Fortes estuvieron a buen nivel en la feria de Dax
El diestro Pepe Moral cortó la única oreja del segundo festejo de la feria taurina de la ciudad francesa de Dax, en el que Daniel Luque y Fortes rayaron también a buen nivel ante una floja y deslucida corrida de Jandilla.
Con más de tres cuartos de entrada, se lidiaron toros de Jandilla, aceptablemente presentados, blandos y de escasa raza. La excepción fue el quinto, marcado con el hierro de Vegahermosa, el mejor del encierro.
Daniel Luque, ovación tras aviso y palmas.
Pepe Moral, silencio y oreja.
Fortes, silencio tras aviso y silencio.
Daniel Luque sorteó dos toros de muy distinta condición. Su blandengue e insulso primero le permitió firmar bellos retazos tanto con el capote como con la muleta en una labor sin continuidad y mal rubricada con el descabello. El cuarto, en cambio, fue más áspero y el torero, que brilló nuevamente con el percal, estuvo voluntarioso y tesonero dentro de un conjunto sin apenas eco.
Pepe Moral, que poco o nada pudo hacer con el inválido primero de su lote, sorteó en quinto lugar el toro de la tarde, al que toreó con gusto a la verónica y al que cuajó en el último tercio en tandas de muletazos templados y muy bien compactados por el derecho.
Fortes anduvo a muy buen nivel frente a los dos toros de su lote, a pesar de que fuera silenciado al término de sendas faenas. El malagueño se mostró valiente y decidido con su primero, al que inició la faena por bernadinas, mostrándose después muy capaz y resuelto. Con el sexto volvió a exhibir Fortes el coraje y el arrojo que posee en otra faena de altura ante un toro nada franco.
Castella y Roca Rey triunfan en Beziers
Sebastián Castella abrió la puerta grande en su tierra, Beziers, al cortar las dos orejas de su segundo, en una tarde en la que el peruano Roca Rey logró también dos trofeos, uno de cada toro, y por eso no pudo salir a hombros, pues para tal honor se requieren las dos de un mismo astado.
Con más de tres cuartos de entrada, se lidiaron toros de Núñez del Cuvillo, de variado comportamiento. Destacó el cuarto.
Sebastián Castella, ovación y dos orejas.
Alejandro Talavante, oreja y palmas.
Andrés Roca Rey, oreja tras aviso y oreja tras aviso.
Castella, valiente y tesonero con el complicado toro que abrió plaza, cuajó una faena sensacional al cuarto, un buen toro al que toreó con mucha despaciosidad y longitud por los dos pitones en tandas de muletazos muy bien conjuntadas.
Talavante toreó con mucha suficiencia a su primero, al que cuajó excelentes tandas con la mano izquierda. El quinto fue un toro soso y sin apenas fondo con el que el extremeño volvió a firmar momentos de buena factura dentro de un conjunto que nunca llegó a despegar.
Roca Rey demostró que es un torero que puede casi con todo. No tuvo apenas oponentes ni en el tercero ni el sexto, pero el hambre, el valor y el variadísimo repertorio que posee le permiten salir airoso en muchas situaciones adversas.
Babelia
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