El esprint antes del parón

Cuando descuelga el teléfono es miércoles 27 de julio, lleva varios días en la ciudad burgalesa de Frías, la más pequeña de España, en el What Is Music (el Encuentro Internacional de Música y Arte) y su voz tiende a los graves más de lo habitual. David Ruiz, el vocalista de La Maravillosa Orquesta del Alcohol, está apurando el tiempo que le queda en esa localidad enriscada en el Cerro de Muela antes del madrugón de este pasado viernes, tocaba ruta hacia el Low Festival.

Anoche, a las 21.00 en el escenario Ron Matusalem, confirmaron una vez más que ya no les hacen falta escenarios pequeños ni horas tardías. Pueden llenar —y llenan— lo que les toque; y con coros continuos que se convierten en rugidos cuando llega Miles Davis: “…Quiero quedarme a vivir en ese instante en el que la montaña rusa llega arriba, y no antes ni después…". No sabe decir cuántos escenarios han pisado o cuántos festivales, sí se aventura a contar más de 300. Fiestas, ferias, Sonorama, La Mar de Músicas, Alrumbo, Cruïlla, BBK Live…

Se han curtido de forma paulatina pero consistente: “Nunca eres del todo consciente hasta que no pasa el tiempo y vas viendo que cada vez hay más público y cada vez la gente se interesa más, hay más repercusión. Pero no se nos puede ir la pelota”. Eso de que son unos amigos de burgos que se lo pasan bien tocando sigue vigente. “No nos queremos flipar, aunque sabemos que hemos conseguido algo increíble”.

Era la primera vez que pisaban Benidorm para tocar en la Ciudad Deportiva Guillermo Amor, y les fue bien. Más que bien cuando llegan sus picos, Los lobos, de su último y autoeditado álbum, La primavera del invierno, es uno de ellos; un lamento bronco que coge ritmo y ya no baja. “A lo mejor también ayuda el toque que le da el mar y el sol a este festival, eso siempre marca el carácter”, aludía entre risas roncas el vocalista días antes.

Aunque no le importaría quedarse a ver a Belle and Sebastian, Black Lips o Xoel López (al que alega que hay que brindarle la importancia y el respeto que merece alguien con “tanto amor por lo que hace”), la agenda tira de La M.O.D.A.: la noche de este sábado 31, el IslaGo! en Isla Cristina (Huelva), en agosto Almería, Ávila, Santander, Soto del Real (Madrid), Guijuelo (Salamanca) y Valarés (A Coruña). Y siguen en septiembre. Después del concierto, cuando el sol ya había terminado de irse y ellos de secarse el sudor, David Ruiz aseguró que, aunque las 21.00 son una hora difícil en un festival, la experiencia fue "maravillosa". Estaban preparándose para marcharse a Elche, donde durmieron antes de coger de nuevo la carretera.

“El fin de gira será el 21 y 22 de octubre en Madrid (las entradas para el día 22 ya están agotadas). Así que todos estos conciertos tienen esa impronta de cierre”. ¿Se van? ¿Es un descanso? ¿Es un nuevo proyecto? “Queremos dejar esta etapa aquí, la hemos cumplido y queremos desaparecer un tiempo. No quemarnos ni quemar a la gente”. Para David Ruiz es el momento de aprender, abrirse a otros estilos, viajar, dejarse influenciar por nuevos nombres. “No vamos a hacer otra vaina, queremos ser nosotros a la vez que seguimos avanzando, recuperar el espíritu del grupo y tirar por ahí”.