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Feria de Julio de Valencia

La firmeza del novillero Luis David Adame salva una larga y espesa tarde

El torero azteca corta la única oreja a un lote muy deslucido de Santiago Domecq

Un buen fondo tuvo el primer novillo, aunque muy justo de fuerzas. Protestado en los primeros tercios, salvó su honor una vez pasó a la muleta. Sin fortuna en banderillas, aunque puso un tercer par reunido, Climent montó una faena larga. De actitud, pero sin llegar al público. Dentro de un buen concepto, pero sin la necesaria chispa. Con el novillo cada vez más cuesta abajo y pasado de faena, Climent tampoco acertó pronto con los aceros.

Pocas opciones le dio el cuarto. Aunque Climent mejoró en banderillas y comenzó la faena de rodillas, pronto se vio que el novillo de Santiago Domecq no estaba por la partida. Sin acabar el viaje, sin querer muleta, se puso a la contra. Climent, desarmado una vez, intentó cambiar el rumbo. Mas el asunto no tenía futuro. Lo intentó, sorteó algún apuro y decidió acabar con la historia.

Al poco de iniciar Adame la faena al segundo, con dos pases cambiados y en medio un banderazo, el novillo escapó de la muleta a las tablas. Allí se refugió para los restos, sin querer responder a ninguna de las tácticas que empleó el azteca para convencerlo. No importó. Adame, con ideas claras, le plantó cara allá donde el novillo se atrincheró. La faena no fue continua ni ligada, pero tuvo chispazos de calidad, sobre todo en el toreo con la izquierda. Hubo lucha y toreo, en fin. Y a los puntos la victoria fue de un Adame que nunca perdió la brújula ante tan manso novillo. En banderillas puso tres pares de gran sobriedad, pero prendidos con seguridad. Y con el capote mostró la variedad propia de su origen.

No lo puso fácil el quinto. Un precioso castaño que figuró más que en realidad fue. Solo en los estatuarios de inicio se tragó la muleta el novillo. Después, todo fueron protestas, miradas y salidas distraídas de la muleta. Otra vez, Adame dispuesto. Asentado. Fue difícil acabar los muletazos, pero el azteca tiró de recursos para puntuar. Ni el plan ultra defensivo que acabó el novillo restó actitud y luces a un Adame muy superior y puesto. Esta vez el premio de la oreja cayó por su propio peso.

DOMECQ / CLIMENT, ADAME, YOUNES

Novillos de Santiago Domecq, -el tercero lidiado como sobrero-, bien presentados, aunque desiguales. Deslucidos en general; el primero fue el más claro. Cumplieron en varas.

Cristian Climent: dos pinchazos _aviso_ y más de media baja (silencio); estocada, un descabello _aviso_ y tres descabellos (silencio).

Luis David Adame: estocada (vuelta al ruedo tras fuerte petición); estocada perdiendo la muleta (oreja).

Andy Younes: bajonazo, dos pinchazos _aviso_, pinchazo y cuatro descabellos (silencio); tres pìnchazos y descabello (silencio).

Plaza de Valencia. 21 de julio. Primera de Feria. Casi media entrada.

El sobrero que sustituyó al tercero tuvo hechuras de toro. Solo hechuras. Poco más. Dos varas arrancando de largo; se empleó en la primera y cumplió en la otra. Y ahí acabó su historia. Fue obediente en los primeros compases de la faena, pero pronto se quedó sin resuello. Younes puso más de lo que el novillo le ofreció, pero la faena, mecánica y reiterativa, ni sumó ni restó. Ni las cercanías ayudaron a un novillo tan soso ni tuvieron eco en el tendido. Luego, a la hora de matar, la fortuna le volvió la espalda al francés.

Tampoco el sexto estuvo por la labor. Younes lo toreó muy variado con la capa, con brillantez, pero en la muleta no hubo más opción. El novillo tomó la muleta a cabezazo limpio, y Younes lo intentó por todos los lados. Se puso la cosa más complicada: un desarme y, en un descuido, una fea voltereta. Y de nuevo con la espada la suerte fue esquiva. Novillada espesa y muy larga: dos horas y cincuenta minutos. Un suplicio.

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