El edén se desvanece
El director sabe que el sentido del espectáculo está en el inabarcable paisaje
En el seno de una familia nómada dedicada a la ganadería equina en las montañas del Kirguistán, un abuelo cuenta a su nieta ancestrales leyendas de la región, como la que da título a la película: la historia de una mujer hechizada por desear a un forastero. Aquí, el mito no solo es la memoria de la comunidad, sino, también, su forma de relación cotidiana con el mundo: el mito de Sutak es usado por la abuela de la familia como arma arrojadiza para sancionar el comportamiento de su nuera viuda, silenciosamente atraída por el solitario y melancólico meteorólogo que mantiene su estación en el mismo valle y que, a su vez, encarna la forma más civilizada de ese progreso que amenaza con acabar con una forma de vida milenaria.
SUTAK. NÓMADAS DEL VIENTO
Dirección: Mirlan Abdikalykov.
Intérpretes: Taalaikan Abazova, Tabyldy Aktanov, Jibek Baktybekova, Jenish Kangeldiev.
Género: drama. Kirguistán, 2015.
Duración: 81 minutos.
Sutak ofrece una mirada comprensiva tanto sobre la algo opresiva fuerza centrípeta de la abuela como sobre el inevitable destino centrifugo de ese nieto que estudia en la ciudad. La mirada de Mirlan Abdikalykov, actor y aquí director debutante, tampoco escatimará afecto para todos aquellos personajes que, finalmente, resolverán sus personales encrucijadas en la renuncia, porque esta no es una película de conflictos, sino de observación meditativa de un mundo que se desvanece.
Abdikalykov sabe que el sentido del espectáculo está en el inabarcable paisaje y que el corazón de la película late en la mirada de esa niña de cinco años que encuentra un sentido para la ausencia del padre en el mito del cazador que, tras salvar una cabra, se escapó de la muerte siendo transformado en águila. También debe saber que su película ha vivido muchas otras vidas pasadas: las de un modelo de cine antropológico para consumidores de exotismo tranquilizador que, en muchas otras ocasiones, ha alcanzado un mayor espesor poético y una más marcada singularidad.
Babelia
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