Azkena Rock, 15 años de espíritu rockero
En esta edición el cartel contiene gasolina para todos los motores 'azkeneros', desde el 'country' al 'hardcore'
15 años de Azkena Rock, que se dice pronto. No porque sea el festival más longevo o popular de nuestro país, sino porque, en cierto modo, ha logrado cumplir esa década y media con un extraño equilibrio: sin ser un festival “de género”, tiene una personalidad definida y un público fiel, que no pasa ni media cuando ese carácter tan concreto se desdibuja ligeramente. El público del Azkena no sólo es rockero —por usar un término genérico que sirva de paraguas estilístico bajo el que se cobijan las tendencias de su dirección artística—, sino que es, directamente, “azkenero”. Más que en la mayoría de festivales, allí a lo que se va es a escuchar música, y el cartel se escruta detalladamente por los fieles, incluso juzgándolo con dureza cuando se siente que el espíritu rockero y comprometido del evento se ve amenazado.
En su decimoquinta edición, podría decirse que el cartel contiene gasolina para todos los motores azkeneros, desde el country al hardcore, pasando por el hard-rock, punk, rockabilly, soul, rock sureño e incluso la vena australiana que tanto gusta al público del festival. Por encima de todo ello, un único y aplastante cabeza de cartel: The Who. Incluso sin Keith Moon y John Enwistle, los británicos son la última gran banda —que nos perdonen los Stones, pero tienen demasiada carretera a sus espaldas— de la eclosión y la era dorada del rock a finales de los 60. A pesar de ser la típica gira de vejestorios celebrando su cincuenta aniversario, sus setlist están tan plagado de temas legendarios que parece imposible no emocionarse ante lo que sonará el sábado en Mendizabala.
Tras el reciente descalabro de Bobby Gillespie y la consecuente caída del cartel de Primal Scream, el Azkena dio un acertado volantazo y cerró hace solo unos días a The Hellacopters. Una auténtica carambola que ha subido enormemente el perfil de la edición de este año, ya que los suecos, que a finales del año pasado anunciaron su reunión para una sola fecha en Suecia, estirarán la celebración del 20 aniversario de su disco debut para el Azkena. La banda llevaba inactiva desde 2008 y se presentará en Vitoria con su formación original por primera vez desde 1998.
Esto le ha quitado cierto protagonismo a Danzig, el otro cabeza de cartel del viernes, que salda con su presencia cierta deuda con nuestro país tras sus extravagantes cancelaciones en el Azkena en 2011 y el Sonisphere en 2013. Lo bueno, que la de Vitoria será, aparentemente, su única actuación en Europa en 2016; lo malo, el temor a que el concierto se centre en su último disco, un delirante álbum de versiones que no hace justicia al apabullante legado de la banda.
La gigante del country Lucinda Williams, que inaugura gira europea en Vitoria, es otro de los nombres ineludibles del cartel, como lo son los de las leyendas australianas Radio Birdman y The Scientists, la musa del rockabilly Imelda May (que regresa al festival sin su exmarido y exguitarrista Darrel Higham), los contundentes Refused, el fantástico embajador de Nueva Orleans Luke Winslow-King, los macarras Supersuckers, el extraño cóctel gótico de Fields of the Nephilim, el efectivo espectáculo soul-rock de Vintage Trouble, la sonada reunión de 091, el revival punk de Marky Ramone, la descarga yanqui de Blackberry Smoke y el sugerente show audiovisual de Gutterdämmerung con Henry Rollins. Y podríamos seguir.
Fiel a su público y a su perfil, el Azkena cumple 15 años con un cartel sólido, que es el arma que mejor le ha funcionado a lo largo de su historia. Aunque cueste creerlo en 2016, un festival de rock va, precisamente, de escuchar música en directo. Si tienes eso, lo demás son pamplinas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.