¿Dónde comen los cómicos cuando van de gira?

María Díaz tiene dos grandes placeres en su vida: comer y el teatro. Compilar las dos era para la periodista una cuestión de tiempo teniendo en cuenta su trayectoria. Ella es casi como una artista más. Recorre España de punta a punta siguiendo las giras de las obras que lleva en su agencia de comunicación teatral. “Te pasas la vida oyendo recomendaciones de los actores para que vaya a tal o cuál sitio”, cuenta con bastante entusiasmo. “Viajar, comer fuera… Todo ese vaivén forma parte de mi vida cotidiana”. De su propia experiencia culinaria por toda la geografía española, unida a la de más de un centenar de actores, nace La guía gastrocómica (Roca editorial), una curiosa guía que recopila los restaurantes favoritos de los cómicos.

Que se llame así el libro, además, no es casual. Díaz le puso el título con toda la intención. “Desde que tuve la idea lo pensé así precisamente, como una guía de cómicos de la legua, aquellos que se patean España de arriba a abajo. Por eso elegí solo a actores que estuvieran haciendo teatro”, narra. Parte de sus amigos intérpretes la han ayudado con sus recomendaciones. En las páginas del libro hay recomendaciones de Asier Etxeandia, Fran Perea, Adolfo Fernández, Lola Herrera o José Sacristán... Así hasta 116.

Cede el protagonismo a los cómicos en La guía gastrocómica, aunque Díaz conserva su parcela propia de propuestas y aporta algunos de sus sitios preferidos, aparte de dejar un espacio para “explicar cómo viajar y por qué probar sitios nuevos”. La autora se confiesa “muy tabernera y muy de barra”, y explica que le encanta “entrar en tascas de aspecto dudoso”. Para conquistar su paladar o conseguir que repita la experiencia, solo necesita, cuenta, que el lugar tenga buen rollo y que sea tranquilo para poder conversar con tranquilidad. En lo demás prefiere "dejarse llevar", comenta.

Sus gustos no difieren mucho de los coautores del libro, los actores, apunta la escritora. “Los cómicos tienen el paladar muy catado, pero, en general, al pasarse la vida en la carretera, la mayoría suele tirar para aquellos restaurantes que los devuelva al hogar, que es lo que más echan de menos cuando estás fuera".

Es más, por encima del aspecto puramente culinario, María Díaz concibe La guía gastrocómica como una manera de abrir una vía de comunicación entre “el cómico, el hostelero y espectador”. Y por qué no, de paso, como una manera de fomentar que a la gente le pique el gusanillo de ir al teatro.