Tragaldabas existencial
Con 'El cielo de los mentirosos', Juan Miñana entrega una extraordinaria novela, y por más de un motivo
Con El cielo de los mentirosos, Juan Miñana acaba de entregarnos una extraordinaria novela, y por más de un motivo. En plena madurez, este autor que nos ha deleitado con historias que transcurrían en una Barcelona no siempre tan conocida, vuelve ahora a situarnos en ese mismo escenario —y en París— durante las bulliciosas y agitadas décadas de finales del XIX y principios del XX, teniendo como protagonista al savant Pompeyo Gener, Peius. El personaje, en sí mismo, da para mil fabulaciones, dada su indeclinable propensión a las fantasías y ensoñaciones megalómanas y dado el abundante y divertido anecdotario que sus andanzas suscitaron. La época, estrafalaria y fecunda, con su mezcla de bohemia, decadentismo, espiritualismo y otros ismos, es el marco idóneo para acoger a un personaje colosal que resume el lado más epicúreo de aquel tiempo.
Todo lo cual no resta mérito a Miñana. Al contrario. El novelista supo vadear entre la hojarasca libresca y no asfixiar innecesariamente al lector, construyendo una historia que arranca en los últimos meses de vida de Peius, cuando este otro partidario de la felicidad es ingresado en la Quinta de Salud La Alianza (magnífico espacio, nada transitado en las novelas de Barcelona, por cierto), y se propone como último empeño preparar la edición de sus memorias. El encargo se lo confía al poeta místico Xavier Viura (figura real, ya olvidada), que a tal fin se instala en la precaria vivienda de Gener, y allí debe bregar con el pandemónium de recuerdos, el desorden y la dispersión de un conjunto de fichas destinadas a urdir lo que a priori parece un disparate, que no se sabe si es testamento literario o reivindicación literaria de sí mismo. Esta línea narrativa de El cielo de los mentirosos abre el libro a moderadas reflexiones metaficcionales, y a través de ellas vemos reflejada la posible perplejidad del propio Juan Miñana a la hora de enfrentarse a semejante tarea: contarnos la vida de Gener. Lo hace sin sucumbir a un único clisé, para restituir las múltiples facetas de un aventurero de la vida y de las ideas.
Chelo es el otro gran personaje de esta novela, una joven que nos muestra sorprendentes maneras de vivir más allá de su filiación picaresca y del sello que le impregnaron su madre y otras damas demi-mondaines con quienes creció. Conocer a Peius la alejará en parte de un destino fatal. Comparecen asimismo muchas figuras históricas entre las que se movió Pompeyo Gener en Barcelona y en París: de Sarah Bernhardt a Santiago Rusiñol, pasando por Ramón Casas o Apel·les Mestres. Aparece también en la novela una Barcelona reconocida y otra más recóndita, con escenarios que Miñana rescata para convertir nuestra lectura en una fiesta. Por eso celebramos la reaparición del autor, con su voz (escritura) tan brillante como personal.
El cielo de los mentirosos. Juan Miñana. Malpaso. Barcelona, 2016. 400 páginas. 22,50 euros
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.