Elvis Costello: “Las compañías ahora mismo solo buscan superventas”
El músico, que ha publicado una incisiva autobiografía reforzada por una antología en un doble disco, gira por España en junio
Elvis Costello (Londres, 1954) parece estar haciendo balance de sus extraordinarios 40 años de carrera. En 2015, publicó una incisiva autobiografía, Unfaithful Music & Disappearing Ink, reforzada por una antología en doble CD. Al mismo impulso responde Detour, un espectáculo donde se presenta en solitario, que en junio llega a España. La visita es la excusa para una agradable conversación telefónica que se corta inesperadamente.
P. En la presente década, ha editado dos discos, National ransom (2010) y Wise up ghost (2013), con The Roots. En comparación con épocas anteriores, parece que se hubiera secado la fuente.
R. ¿La inspiración, quiere decir? No existe tal cosa: hay trabajo hecho con un propósito creativo. Yo sigo componiendo. Lo que ocurre es que te esfuerzas y, cuando miras las cifras de venta, encuentras que no hay correlación entre la energía gastada y la retribución conseguida. A estas alturas, no esperas discos de oro pero te planteas si no hay mejores formas de utilizar tu tiempo.
P. ¿Por ejemplo?
R. En cuidar de mis hijos. Mi mujer [la cantante y pianista Diana Krall] sale mucho de gira y alguien tiene que cuidar a los gemelos. Dicen que no lo hago mal (risas).
P. Pero ¿no echa de menos la aventura de salir a tocar con otros músicos? En 2007, visitó España con Allen Toussaint y su tropa de Nueva Orleans…
R. Es lo primero que pensé cuando supe que Allen había fallecido tras un concierto en Madrid. Vivimos momentos mágicos: él era un hombre de estudios de grabación pero redescubrió conmigo el placer de tocar en directo.
P. He estado revisando conciertos suyos. Por ejemplo, los de Glastonbury. ¿Le molesta tener que recurrir todavía al cancionero de sus primeros años, al Costello más new wave?
R. Uno resuelve en cada situación. En un festival, no puedes esperar que escuchen tu repertorio más complejo, hay demasiados estimulos compitiendo con la música. Desde luego, es más satisfactorio tocar en otros recintos. Una de mis mejores experiencias profesionales fue girar con el Brodsky Quartet por auditorios de Castilla-La Mancha. Hablo de corazón, le advierto.
P. Ya, ya. Nos sorprendió encontrar una canción con versos en español, Cinco minutos con vos, en su último disco.
R. Es el pago de una deuda. Siempre he estado orgulloso de Shipbuilding, mi canción sobre las Malvinas [grabada originalmente por Robert Wyatt], donde planteaba la paradoja de que la guerra fue bien acogida en las ciudades británicas con astilleros, de donde salieron también muchos de los soldados que iban a morir. Pensé que debía hacer una canción que retratara el otro lado. Hablo del final de la dictadura argentina: una chica espera a su padre, sin saber que ha sido asesinado por los militares. La parte en español está cantada por La Marisoul, una vocalista de Los Ángeles. ¿Se entiende bien en España?
- Elvis Costello visitará Zaragoza (sábado 4 de junio), Madrid (5) y San Sebastián (6). Circula una grabación en DVD de su actual propuesta, Elvis Costello Detour live at Liverpool Philharmonic Hall (Universal).
P. Bueno… esa parte de la letra suena rara.
R. ¡Eso me preocupa!
P. Olvídelo, no creo que se la vayan a pedir. Querría preguntarle por su estrategia discográfica. En general, se ha preocupado de reeditar sus discos con temas extra, a veces doblando su duración.
R. Creo que cualquier artista debe cuidar su legado: si no lo haces tú, te lo harán otros. ¿Qué habría pensado Jimi Hendrix de las docenas de álbumes que editaron tras su muerte? O esos discos de Elvis Presley donde cambian el acompañamiento original. Me gustaría seguir supervisando mis reediciones, aunque ahora ya no tiene sentido económico.
P. Me sorprende, pensábamos que tenía la industria discográfica a su servicio. En Universal le permiten sacar su obra en diferentes sellos: Verve, Deutsche Grammophon, Island, Lost Highway, Blue Note...
R. Bueno, si destinas un disco a un determinado sector del mercado, usas los canales específicos. Pero las compañías ahora mismo solo buscan superventas. Y mi currículo es raro: tuve éxitos pero nunca un número uno. En unos países, soy el tipo que canta She [balada de Charles Aznavour]. En otros, me recuerdan por haber compuesto temas con Paul McCartney.
P. Y también es el artista que se niega a actuar en Israel, por su tratamiento de la población palestina.
R. Me dijeron que esta iba a ser una conversación sobre música. Ahora mismo, no necesito polémicas políticas. Disculpe, prefiero no seguir hablando.
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