‘Todo nos parece una mierda’, una canción pensada para la gente

Todo nos parece una mierda (2004) fue un título provocador aunque su mensaje era mucho más inocente de lo que a priori pudiera parecer. Dicha proclama encajaba perfectamente en el mundo de los barceloneses Astrud que, con su irrupción en escena a finales de la década de 1990, trajeron consigo un código artístico propio, algo que nunca fue muy aconsejable a la hora de hacer música pop en España. La canción precedió la salida de Performance, tercer disco del dúo formado por Manolo Martínez y Genís Segarra, e iniciaba una nueva etapa tras la grabación de dos álbumes para la multinacional Virgin, que proyectaron la ilusión de que en algún momento su propuesta podía interesar al gran público.

Bailando, versión del grupo belga Paradisio, fue su tarjeta de presentación en 1999. Pero las expectativas comerciales puestas en ellos no se cumplieron y, cuando Virgin fue absorbida por EMI, se quedaron sin discográfica. Una vez asimilada la decepción, Astrud reaccionó a su manera, ofreciendo lo que ellos llamaban "conciertos clocharistas", que ejecutaban como músicos callejeros, en cualquier punto que les apeteciese, ya fuese de Barcelona o Benicàssim. A raíz de esto, una amiga les sugirió que llamasen su nuevo álbum Performance. El álbum lo publicaron a través del sello Austrohúngaro, fundado por Segarra y Carlos Ballesteros, ambos componentes de Hidrogenesse.

En la época en la que el dúo promocionaba Performance, Genís declaró que para Astrud lo importante eran las canciones, que la gente pudiera usarlas y hacerlas suyas, tal y como les ocurría a ellos con los grupos y artistas que les gustaban. Dicha filosofía tuvo su mejor reflejo en Todo nos parece una mierda, una canción pegadiza cuyo estribillo, más que criticar una realidad circundante, buscaba enfatizar la admiración hacia algo. "Todo nos parece una mierda / menos lo vuestro" es una frase que, según Martínez, lo que pretendía era capturar “ese momento de admiración, cuando descubres algo que a ti a tus amigos os parece maravilloso y que se convierte en una contraseña”. En este caso, la acotación “menos lo vuestro”, tenía un destinatario concreto: el dúo bilbaíno Chico y Chica, grupo de culto por excelencia del pop electrónico nacional, y también el motivo por el cual nació Austrohúngaro.

Todo nos parece una mierda no fue la única composición de Astrud que logró llamar la atención en ese mismo año. Presentada como cara B, Hay un hombre en España se convirtió, con su aire de canción popular aflamencada, en una de las canciones más demandadas en los conciertos del dúo. En su momento llegaron a plantearse cambiar la letra de Todo nos parece una mierda, temerosos de que quizá sus ganas de provocar se confundieran con una payasada. Conscientes de que su carrera ya estaba lejos de tener impacto comercial, optaron por respetar la idea original de Genís, aun a riesgo, tal y como contaría él mismo, "de terminar pareciendo los Mojinos". Y sublimaron así una fascinación a través de un estribillo chocante y adictivo a la par.