Capsula, alta intensidad punk-rock
El grupo vasco-argentino presenta su undécimo disco. Tocan hoy la sala El Sol de Madrid
Coni Duchess y Martín L. Guevara son dos argentinos “de un pequeño lugar de la provincia de Buenos Aires”, que a principio de siglo y tras pasar por Berlín se instalaron en Bilbao y decidieron que era el lugar ideal para desarrollar su banda. Con Capsula –presentado así, sin tilde, y a cuya formación incorporaron hace un par de años a Iñaki Guantxe, un experimentado batería procedente de la mítica casa ocupada de Buenavista en Donostia, semillero del mejor punk-rock- asumieron pronto un reto: continuar con el legado del rock clásico, sus fundamentos y maneras. Habla Martín: “Desde el principio, siendo casi adolescentes, nuestra idea era seguir a nuestros héroes. La vieja escuela. Estar todo el año tocando, girando por muchos países, la única forma de poder llegar a los ochenta y cinco conciertos que estamos dando por año. Hemos conseguido una parroquia fiel en cada lugar y esto nos permite estar al margen de esa inmediatez que parece definir el presente. Nuestra apuesta fue por una carrera de largo recorrido, ese tipo de artistas son los que nos interesan”.
Una premisa innegociable: las actuaciones en directo deben ser un espectáculo de alta intensidad emocional, encima y debajo del escenario. "De mucha comunicación y energía, de vivir el momento”, asegura Coni. "Traemos esa energía de algún lugar y la proyectamos a la gente, y vemos que los más jóvenes lo viven como algo nuevo”. “Nuestra labor es esa, conseguir que se vayan a casa con ganas de comprar una guitarra eléctrica, -apostilla Martín-, tres veces me ha ocurrido lo mismo, tres personas muy relevantes me han empujado contra la pared y me han dicho: Tenéis una gran responsabilidad para con el futuro. Fueron Sérgio Dias de Os Mutantes, Exene Cervenka de X y David Fricke, editor senior de la revista Rolling Stone”.
Habituales del festival South by Southwest de Austin, son la prueba de que acudir puede ser una buena apuesta. “Para nosotros supuso un antes y un después. Nos vio David Fricke y mucha prensa americana. Algo detectaron. Desde entonces tenemos un sello discográfico allí, así como agencia de management y contratación”, afirma Coni. Martín entiende que tras siete años participando han conseguido ser uno de esos grupos-franquicia, parte de la identidad del evento. “La gente nos dice que si no vamos ya no sería el South by Southwest. Esta última vez tocamos en la fiesta de apertura. Creo que ha sido un año de confirmación, ver que tenemos cierto estatus allí”
Santa Rosa (Gaztelupeko Hotsak) es su nuevo trabajo, grabado en su propio estudio. Es un disco más luminoso que Solar Secrets, título para el que contaron con la producción de Tony Visconti, un nombre clave en la historia del rock y en la carrera de David Bowie. “Solar reflejaba una sensación nuestra en una época de crisis y confusión, recortes y rabia. Una asfixia muy fuerte. Ahora sentimos que la gente está aprendiendo al menos a convivir con ello y a buscar sus propias alternativas, única vía que nos queda para sobrevivir. Santa Rosa quiere darle un poco de luz al futuro. Un pequeño pueblo imaginario, de Centro o Sudamérica, en el que pasan cosas sobrenaturales y donde las mujeres tienen mucho poder y mucho contacto con la naturaleza. Vimos que teníamos que contarlo en canciones. Aparte, pensamos que musicalmente es un buen resumen de lo que hemos hecho hasta ahora.”
¿Por qué no repetir con Visconti? “No pudo ser por sus compromisos con Holy Holy y Woody Woodmansey, pero lo haremos en el futuro, seguro. Convivir con él nos mostró que no solo es un maestro en su profesión, es un maestro de la vida. Un tipo con el que se crean lazos, todo el tiempo te está enseñando cosas”. ¿Algún ejemplo? Coni: “Uno acude a grabar con un criterio acerca de lo que está bien y de lo que está mal. Para Visconti, bien es experimentar. Experimentar y confiar en tu propio criterio. No hay algo que se hace o no se hace, correcto significa estar experimentando. Especialmente si es dentro de tu sonido.” “No nos resulta sencillo definirlo -añade Martín-, nos genera dudas al ser una suma de infinitas partes de un montón de cosas, pero sin caer en híbridos. Tony nos decía: Tranquilos, lo estáis haciendo bien. Igual se verá dentro de un tiempo, pero la gente percibirá que hay un estilo".
Babelia
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