Nativel Preciado reivindica el periodismo
Publica 'Hagamos memoria', sobre políticos y periodistas de la Transición
Nativel Preciado (1948) es una de las más veteranas periodistas de su generación; conoció la dictadura, la Transición y estos tiempos confusos y, como le pasa a una mujer en una célebre descripción de Hemingway, "no estuvo triste una mañana". Aunque el oficio de su vida (más de 40 años ejerciéndolo) vive ahora una combinación de crisis muy variadas, ella lo defiende como si fuera a ejercerlo de nuevo. Y ha encontrado un sparring para que escuche tanto su experiencia como sus argumentos. Este es un joven (que ella disfraza tras el nombre de Brown, un politólogo) que se le acercó hace algún tiempo para reprenderle por ser ya un vejestorio... Ella es una veterana activa, y desde esa perspectiva hizo memoria para explicarle a aquel joven su experiencia. El resultado es Hagamos memoria, un libro en el que mezcla a "políticos y periodistas de la Transición hasta nuestros días".
Lo ha publicado la Fundación José Manuel Lara y se ha dado a conocer, ante periodistas jóvenes y algún veterano (como Jesús Maraña, director de Infolibre, que la presentó), como "una reivindicación del periodismo, al que ahora le dan por todos los lados". Y este es, dijo, "un oficio dignísimo, en el que hay, como en la Biblia, algunos justos que desmienten la mayor parte de los tópicos que nos persiguen". Entre esos tópicos, "que solo nos ocupa la realidad cuando hay lío". Algunas de las fallas es el exceso de protagonismo de los periodistas, "que no se acostumbran a vivir lo que ocurre desde la fila cero, porque nosotros no estamos en el escenario, no somos los protagonistas".
Ella era una chiquilla cuando la Transición; desde esa perspectiva aborda en el libro sus contactos con Adolfo Suárez, con Santiago Carrillo, con Felipe González... "Con Suárez me equivoqué, y aquí corrijo: se empeñó en que en este país hubiera democracia y libertad, y lo logró; al principio me pareció un político vulgar, trabajaba para sí mismo; pero después de Franco dio un paso atrás y fue quien condujo la Transición". Este periodo, denostado ahora por algunos de los emergentes, "se hizo como se pudo; había miedo, claro, los poderes fácticos acechaban. Y la salvaron los ciudadanos, que no querían violencia, sino la paz a cualquier precio". ¿Su reproche? "Que después de ese momento, los que vinieron no profundizaron en la democratización del país y avanzaron a tientas... Hubo una proeza socialista, cambiar el país, pero no hicieron pedagogía democrática, y eso trajo esta situación que vivimos ahora". La repetición de errores, como los casos de corrupción, le produce un déjà vu que le "lleva el alma a los pies".
Babelia
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