Un secuestro de 60 millones de dólares

Si no fuera una historia real, sería increíble. Ningún guion cinematográfico llegaría tan lejos. En 1974, en el arranque de los años de plomo argentinos, poco antes del golpe de Estado que llevaría a una de las dictaduras más sangrientas de Latinoamérica, un grupo guerrillero, Montoneros, perfectamente organizado, secuestra a plena luz del día a los dos hermanos Born, Jorge y Juan, herederos de una de las mayores fortunas del país. Montoneros retiene a Jorge durante nueve meses; a Juan, seis. Y logra que su padre, el dueño de Bunge y Born, la compañía que daba de comer a medio mundo con sus granos, pague 60 millones de dólares, entonces una fortuna inmensa (hoy supondría unos 260 millones). Una cifra nunca alcanzada por ningún otro secuestro en el mundo.

El periplo de ese dinero es aún más increíble: para oprobio de la familia Born, máxima representante de la oligarquía local, sirvió para financiar prácticamente toda la actividad de Montoneros durante la dictadura. Lo que sobró acabó en buena parte en Cuba; también se perdió en manos de un banquero suizo, e incluso se utilizó muchos años después, en 1989, para ayudar a financiar la campaña del peronista Carlos Menem, que a cambio indultó a los líderes de Montoneros. Y por último, gracias a la gestión del jefe del equipo secuestrador, Rodolfo Galimberti, Jorge Born recuperó una parte. Como cierre del círculo, secuestrado y secuestrador se hicieron amigos e iniciaron varios negocios juntos.

Born: “Ganamos la batalla a los que nos secuestraron, el populismo en Argentina se derrotó por las urnas, no por las armas”

Todo este guion de cine real, con detalles precisos y el testimonio clave del principal secuestrado, Jorge Born, que llevaba 40 años en silencio, constituye la base de un libro de la periodista María O’Donnell que ha causado un enorme impacto en Argentina, donde ha vendido ya 97.000 ejemplares, una cifra descomunal incluso para la avidez lectora de los argentinos. Ahora Debate lo edita en España con el título El secuestro de los Born.

“Creo que acá en Argentina tuvo mucho impacto porque aparece por primera vez la voz de un cautivo. Teníamos voces de las víctimas de la dictadura, pero aquí habla un secuestrado de una organización guerrillera. Es una historia incómoda para los propios exmontoneros, por el tema del dinero”, explica O’Donnell.

El libro aparece en España ahora con algunos añadidos, por ejemplo la relación de Montoneros con este país. Buena parte del exilio argentino acabó en España. El líder histórico, Mario Firmenich, indultado por Menem, aún vive en Cataluña y es profesor de Economía en la Universitat Rovira i Virgili, en Reus. Nunca pudo volver a vivir en Argentina, donde sigue generando sentimientos encontrados. El libro cuenta que logró su primer trabajo en España con la ayuda del escritor Manuel Vázquez Montalbán, histórico militante comunista. El grupo siempre contó con simpatías en la izquierda española. El cantante Joan Manuel Serrat incluso llegó a componer una canción, La Montonera, dedicada a una ignota guerrillera.

La escritora confía que el libro trascienda el éxito en Argentina porque “es un drama universal, el de un padre millonario que tiene que cruzar sus principios para salvar la vida a sus hijos. El de un hombre que tiene que sobrevivir nueve meses encerrado, y unos secuestradores que también están atrapados ahí dentro. Es la historia de un rico y sus captores, que jamás dialogarían fuera, pero dentro entran en la cotidianeidad. Incluso ven juntos una pelea de boxeo”.

Jorge Born, que ahora tiene 80 años y ya vendió parte de sus empresas, pero sigue siendo un hombre riquísimo, con una oficina impecable en el centro de Buenos Aires, está feliz porque siente que el libro ha cerrado una etapa dramática de su vida. El empresario recibe a EL PAÍS exultante por la victoria en Argentina de Mauricio Macri, también como él hijo de un gran empresario. Born incluso siente que la derrota del kirchnerismo, que reivindicó la lucha de Montoneros, es algo personal. “Ganamos la batalla a los que nos secuestraron, el populismo en Argentina se derrotó por las urnas, no por las armas”, sentencia.

Cuenta que el libro ha supuesto una liberación, aunque muchos en su familia se han enterado por él de cosas que duelen. Por ejemplo, los detalles de su amistad con Galimberti. Para él, recuperar el dinero lo justificaba todo. No lo necesitaba, era y es multimillonario, pero lo veía como su venganza. “Encontrar el dinero era una manera de recuperar un poco la imagen de mi padre. Le costó horrores este asunto. Se ve en el libro. Él aprobó el pago, nos liberaron y muy poco tiempo después murió. Cuando salí, él estaba mucho peor que yo. Le hicieron un daño moral enorme”, explica.

O’Donnell: “Creo que acá en Argentina el libro tuvo mucho impacto porque aparece por primera vez la voz de un cautivo”

Born no ha olvidado el momento en que se encontró con Galimberti y él le dijo que podía ayudarle a recuperar el dinero. El empresario era amigo íntimo de Menem, y fue el jefe de los espías del presidente, Tata Yofre, quien organizó la cita. A partir de ahí empezó una extraña amistad. “Nos encontramos en un hotel. Galimberti me dijo: ‘Señor Born, en primer lugar le vengo a pedir perdón’. Le contesté: ‘Gracias, viejo, pero no me interesa. Lo único que quisiera es recuperar lo que me robaron’. Y él: ‘Yo ayudo en eso y le traigo compañeros que le van a decir dónde fue a parar la plata’. ‘Ahora estamos hablando otro idioma. Uno que me interesa bastante más’, le respondí. Ahí empezó mi relación. Recuperamos 6 de los 60 millones. Nos hicimos bastante compañeros. Me invitó a su casamiento. No fui, pero sí mi hijo. Una vez hicimos juntos un viaje a París y me presentó a amigos suyos que compraban armas, aviones, para hacer un negocio. Nunca se llegó a realizar, no quería meterme en cuestiones de armas”, relata Born, consciente de haber vivido casi siempre dentro de una novela que por primera vez toma forma de libro. Un libro único para entender una parte clave de la etapa trágica de la Argentina moderna.

El secuestro de los Born. María O’Donnell. Debate. Madrid, 2016. 336 páginas. 18,90 euros.