Arthur Lee, el genio extraviado
Su talento con Love solo fue reconocido tardíamente, tras seis años en una penitenciaría
Gracias sobre todo a la persistente devoción de sus seguidores británicos, el grupo Love forma parte del altar mayor del rock californiano. Eso permitió que, al menos, a principio de siglo, recibiera el reconocimiento general en conciertos donde se tocaba íntegro su glorioso Forever changes.
Pero no nos engañemos: la de Love es la historia de una frustración. Abundantes testigos cuentan cómo su cabecilla, Arthur Lee, saboteó las posibilidades artísticas y comerciales del grupo con caprichos estúpidos y maquiavélicos juegos de poder. Consulten, por ejemplo, Entre bastidores (Metropolitan), las memorias de uno de sus bateristas, Michael Stuart-Ware.
Arthur Lee logró fastidiarlo todo: la formación clásica con Bryan MacLean, la relación con Elektra Records, el reparto de dinero, la posibilidad de desarrollar una carrera continuada. Todo fue sacrificado a las exigencias de un ego monstruoso, que le hacía presentarse como un genio adelantado a diferentes tendencias (aunque, en la vida práctica, fuera incapaz de rentabilizar sus hallazgos).
Sin embargo, en medio de turbulencias grotescas, ocasionalmente se alineaban los planetas y se grabaron canciones de rara belleza. Sobre todo en el sello Elektra, Arthur Lee y Love plasmaron piezas de exquisita orfebrería sonora, mordiscos de furia guitarrera, luminosas visiones generacionales, sombrías reflexiones intransferibles. Esas son las que, con todos los honores, ocupan el presente programa.
- LOVE My flash on you
- LOVE Seven and seven is
- LOVE Softly to me
- LOVE Orange skies
- LOVE Alone again or
- LOVE Andmoreagain
- LOVE The Daily Planet
- LOVE The red telephone
- LOVE Live and let live
- LOVE August
- LOVE Doggone (edit)
- LOVE with JIMI HENDRIX The everlasting first
- ARTHUR LEE Everybodys gotta live
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