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Entre kung-fu y Sadam Husein

El Reina Sofía dedica una retrospectiva a la videoartista alemana Hito Steyerl

Perspectiva de la exposición Duty-Free Art, de la artista alemana Hito Steyerl.
Perspectiva de la exposición Duty-Free Art, de la artista alemana Hito Steyerl.MUSEO REINA SOFÍA

Gran parte de la obra artística de la cineasta, ensayista y videoartista Hito Steyerl (Múnich, 1966) está ligada a la desaparición de su amiga Andrea Wolf en 1998, militante del Partido de los Trabajadores de Kurdistán. Juntas habían rodado November, en origen una película de kung-fu de buenos y malos. Aquel vídeo concluía con una única superviviente, Andrea Wolf, caminando hacia el atardecer. Pero en la vida real no fue así. Wolf, activista vinculada al Ejército Rojo, fue fusilada a sangre fría después de negarse a hablar con los militares turcos. Tenía 33 años. A partir de las primeras imágenes, Hito Steyerl filmó una cinta en la que cuestiona la objetividad de los documentales y cómo los medios de comunicación se valen de la saturación para transmitir verdades a medias o mentiras sin mayores disimulos. Esa pieza, November, rematada en 2004, es uno de los 13 vídeos que conforman la exposición Duty-Free Art, que el Reina Sofía dedica a la comprometida artista alemana. La exposición ocupa la tercera planta del edificio Sabatini y permanecerá abierta hasta el 21 de marzo.

Cada película incluida en la exposición es una suma de elementos reales y fantásticos. Con una duración media de unos 40 minutos, cada vídeo puede leerse como un capítulo de una inquietante novela en la que se narra cómo los poderes financieros, políticos y militares se han adueñado del destino del mundo. En opinión de la artista, juntos acumulan una fuerza tan depredadora que, frente a ellos, el individuo tiene muy poco que hacer.

Manuel Borja-Villel, director del museo, explica que a partir de unos referentes cinematográficos como Gillo Pontecorvo o Jean-Luc Godard, la artista alemana realiza una obra en la que se resumen los principales activismos del siglo XX. "Lo suyo es el cuestionamiento: desde la unidad global, hasta la ética de algunos famosos arquitectos. Su trabajo es como un ensayo del filósofo Theodor Adorno, una constante reflexión que nunca concluye".

João Fernandes, subdirector del Reina Sofía y comisario de la exposición, argumenta que la obra de Hito Steyerl habla de una guerra civil planetaria. "El hilo conductor tiene que ver con la pregunta de Noam Chomsky sobre por qué conocemos tan pocas cosas sobre el mundo. Aquí se invita a descubrir lo invisible que hay detrás de las apariencias de realidad. Desde lo que de verdad pudo ocurrir a Andrea Wolf, lo que esconde una sencilla fábrica de videojuegos en Ucrania, quiénes fueron las auténticas víctimas de Lehman Brothers o por qué los museos se han convertido en un campo de batalla".

Una parte importante de la obra de Hito Steyerl son las conferencias. En ellas cuestiona los mismos asuntos que trata en sus documentales, de manera que sus textos se mezclan con las imágenes.

La pieza que da título a la exposición, Duty-Free Art (2015) es una reflexión sobre su concepto de Arte Contemporáneo: una marca comercial sin producto, disponible para etiquetar casi cualquier cosa, es un rápido lifting facial que vende el imperativo de la creatividad a aquellos lugares necesitados de una remodelación urgente, la incertidumbre de una apuesta combinada con los placeres sobrios de la educación superior de clase alta, un parque de juegos autorizado para un mundo confuso y derrumbado por la desregulación vertiginosa. En imágenes se muestran centenares de correos difundidos por WikiLeaks entre el presidente sirio Bachar el-Assad y tres despachos de arquitectos mundialmente conocidos: Rem Koolhaas, Richard Rogers y Herzog & De Meuron. La artista aprovecha para reflexionar sobre cómo es posible que, mientras se destruyen piezas arqueológicas de incalculable importancia, en nombre de la belleza, se puedan tener relaciones con los responsables de los desastres y hablar, tal como se plantea en uno de los supuestos correos, en construir una bellísima y costosísima casa de la cultura en Alepo.

Con The Tower (2015) creada expresamente para el Reina Sofía, alude a la torre de Babel que Sadam Husein proyectó construir. Con un omnipresente fondo rojo, el deseo del dictador iraquí, sirve para criticar todos esos museos ocultos a los que van a parar las obras por las que se pagan precios multimillonarios en el mercado de las subastas. De paso, cuestiona las cadenas museísticas y se pregunta cómo es posible que conocidos empresarios sean admitidos como benefactores y patronos en instituciones culturales.

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