“Claro que hay presiones políticas pero nuestro trabajo es resistir”

A Javier Ruiz (Valencia, 1973) se le hace la boca agua ante este curso político. Las elecciones catalanas han sido el entrante de un menú cuyo plato fuerte llegará el 20 de diciembre con las generales. Una perspectiva que al periodista, al frente de Las mañanas de Cuatro desde finales del mes de marzo después de que Jesús Cintora fuera apartado del espacio, le parece más que interesante. Ruiz asegura que en el tiempo que él lleva como conductor del programa, el formato ha virado “hacia la información y hacia la información exclusiva. Estamos tratando de imprimirle algo más de rigor informativo, adelantar datos, poner la información primero antes de ir con el análisis”, explica.

“Algunos programas pecan de poca información porque pecan de demasiado prejuicio”

En Twitter, Javier Ruiz se define como “periodista, pese a todo”. ¿Pese a qué todo? “Pese a lo difícil que ha sido durante mucho tiempo ser periodista. Pese a lo fácil que ha sido durante demasiado tiempo presionar a los periodistas. Y pese a que esto es a día de hoy un oficio de riesgo. Si quieres responder a la audiencia y ser leal a la audiencia en vez de ser leal a unas siglas, es difícil ser periodista”. No oculta que, en el tiempo que lleva presentando Las mañanas de Cuatro, ha recibido presiones. “Claro que hay presiones políticas, ahora, antes y mañana. Es el trabajo de los partidos políticos, presionar para que su versión salga lo más favorecida posible. Nuestro trabajo es resistir. Y este programa no cede a presiones políticas”, remata. También destaca la “crueldad y cobardía” que reina en las redes sociales, donde el anonimato sirve a muchos de escudo protector. “A mí me afecta que me insulten. Y la campaña que recibí cuando llegué aquí me afectó mucho. Mucha gente me insultó sin conocerme, pero al final tu trabajo habla por ti”.

En un mundo, el de las tertulias políticas, donde es fácil dejarse llevar por el ruido y el espectáculo, Ruiz trata de imponer cordura y calma. “Creo que algunos programas pecan de poca información porque pecan de demasiado prejuicio. Hay cosas sobre las que se opinan antes de saberlas. Para que nuestro espectador se forme una opinión tiene que escuchar a opinadores pero antes tiene que saber”. También cree que el giro hacia el espectáculo en el que caen algunos programas de tertulias políticas no es algo casual. “La cuestión no está tanto en el tono de voz o el calor de los contertulios como en qué quieres hacer tú. El producto se define antes de llegar al plató. Si quieres que tenga cierto rigor y garantías hay gente a la que no vas a traer. No me escandaliza el tono en plató, sino que me escandaliza que haya ciertos personajes en los platós, ciertas invitaciones previas. Las actuaciones posteriores son resultado de eso”.

“El periodismo es hoy en día

Yonki de la información (según sus propias palabras) y defensor de Sálvame (“cabe todo en la televisión”), Javier Ruiz tampoco oculta que no pierde de vista a su rival directo, Al rojo vivo, presentado en La Sexta por Antonio García Ferreras. “Tengo respeto y afecto a Antonio, es un gran periodista. Hablar bien de la competencia no es lo normal, pero lo pienso de verdad. Pero intento no hacer el producto de Antonio. Intento ganarle en periodismo”, dice Javier Ruiz sobre su rival en la programación y antiguo jefe. Los dos espacios viven una lucha por la audiencia en la que en los últimos tiempos se impone el programa de Cuatro después de que el de La Sexta hubiera ganado terreno tras la salida de Cintora. “Claro que miro las audiencias, y quien diga que no las mira miente. Me preocupan las audiencias, pero no me ciegan. La audiencia no guía el contenido, es el contenido el que trae audiencia”, defiende Ruiz. Cuando se le pregunta qué ve en Al rojo vivo que le gustaría incorporar a Las mañanas de Cuatro pide tiempo para pensar y contestar a conciencia. “Me gusta mucho el trabajo de cadena. Que una entrevista de Al rojo… se replica en los informativos de la tarde y la noche, y una entrevista de Wyoming se replica en Al rojo... Creo que nosotros estamos mejorando en ese sentido”, responde finalmente.

¿Y lo más complicado de moderar tertulias políticas? “Morderse la lengua para no colocar tu opinión”. A cambio, Javier Ruiz seguirá recurriendo a los datos y el análisis para intentar arrojar luz sobre una actualidad política de alto voltaje.