Triunfo de El Fandi en Pozoblanco en el XXXI aniversario de Paquirri

David Fandila El Fandi cortó dos orejas, una de cada toro de su lote, y salió a hombros en el festejo mixto con el que se inauguró la feria taurina de la localidad cordobesa de Pozoblanco, y en el que Manuel Jesús El Cid logró también pasear un trofeo después de una gran faena.

Con media entrada en los tendidos,, se lidiaron dos toros para rejoneo de La Castilleja, de variado comportamiento, y cuatro de Alcurrucén, bien presentados pero en el límite de todo.

El rejoneador Fermín Bohórquez, silencio y vuelta al ruedo; Manuel Jesús El Cid, palmas y oreja, y El Fandi, oreja y oreja.

Al finalizar el paseíllo se guardó un minuto de silencio en recuerdo de Francisco Rivera Paquirri, que murió en este mismo ruedo hace 31 años a causa de la cornada que le infirió el toro Avispado, de Sayalero y Bandrés.

Triunfo de Varea en Algemesí

El novillero castellonense Varea cortó tres orejas y un rabo en el octavo festejo de la 'Setmana de Bous' de la localidad valenciana de Algemesí, en una tarde en la que Álvaro Lorenzo sumó también un apéndice.

Con la plaza llena, se lidiaron novillos de Núñez del Cuvillo, bien presentados, nobles y de buen juego; sobre todo el sexto, para el que se pidió la vuelta al ruedo, que el presidente no concedió.

Álvaro Lorenzo: estocada corta y descabello (oreja); y media y descabello (ovación); y Varea: estocada contraria (oreja); y pinchazo sin soltar y estocada (dos orejas y rabo).

Álvaro Lorenzo demostró que tiene el oficio bien aprendido y preparado para dar el salto de escalafón. A su primero le cuajó una labor en la que anduvo por encima de las condiciones del animal, al que toreó con mucha suficiencia por los dos pitones; se adornó con circulares y otros alardes, que le valieron una oreja.

En el tercero aprovechó la bondad de su antagonista para torear con mucho temple y sometimiento, sobre todo al natural. El mal uso de la espada le cerró la puerta grande.

Varea mostró dos caras bien distintas en sus dos faenas. No acabó el castellonense de estar a la altura de su primer novillo, al que realizó una faena tan larga como monótona, en la que los muletazos resultaron demasiado mecánicos.

En el cuarto cambió la decoración de su actuación, y se vio a un torero mucho más dispuesto, más torero y entregado en una labor en la que, además, hubo buenos muletazos y airosos desplantes frente a un novillo de bandera. Cortó los máximos trofeos, aunque el rabo se antojó algo desmesurado.

Juan de Castilla, cuatro orejas y rabo

El novillero colombiano Juan de Castilla cosechó en Azuqueca de Henares (Guadalajara) un triunfo incontestable de cuatro orejas y un rabo, en una tarde en la que Rubén Lobato obtuvo un apéndice, y Javier de Miguel dio una vuelta al ruedo.

Con dos tercios de entrada, se lidiaron cinco novillos de Valdencinas, bien presentados y buenos, y un sobrero -el sexto- de Hermanos Garzón, extraordinario.

Javier de Miguel, silencio y vuelta al ruedo; Rubén Lobato, oreja y silencio, y Juan de Castilla, dos orejas, y dos orejas y rabo.

Otro festejo exitoso se celebró en la localidad madrileña de Moralzarzal. El novillero Juan Miguel paseó cuatro orejas y un rabo, y salió a hombros con Alejandro Fermín, que desorejó al sexto novillo de un gran encierro de Ignacio López Chaves; uno de los ejemplares fue premiado con la vuelta al ruedo.

Con media entrada, se lidiaron seis novillos de Ignacio López Chaves, de excelente presentación y de extraordinario comportamiento en conjunto; el quinto, de nombre Catetón, número 67, fue premiado con la vuelta al ruedo.

Fernando Lomeña, oreja y palmas tras aviso; Juan Miguel, dos orejas, y dos orejas y rabo tras aviso, y Alejandro Fermín, ovación y dos orejas.