Indultado en la feria de Guadalajara el toro 'Hechicero', de Fuente Ymbro
Joselito Adame cortó las dos orejas y el rabo simbólicos y salió a hombros junto a El Fandi
El toro de nombre 'Hechicero', de la ganadería de Fuente Ymbro, y lidiado por Joselito Adame, fue indultado en el segundo festejo de la feria de Guadalajara. Tanto el torero mexicano como El Fandi, que cortó tres orejas, salieron a hombros.
Con tres cuartos de entrada, se lidiaron dos toros para rejoneo de Luis Terrón, mansos y deslucidos; y cuatro en lidia ordinaria: dos -segundo y sexto- de Fuente Ymbro, serio y bueno el primero y extraordinario el sexto, de nombre Hechicero, número 166, 473 kilos, negro bragado meano y nacido en septiembre de 2011, que fue indultado; y otros dos -tercero y quinto- de José Vázquez, nobles y sosos.
El rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza: pinchazo, rejón trasero y descabello (silencio); y dos pinchazos, medio rejón contrario y tres descabellos (silencio). El Fandi: estocada trasera y descabello (dos orejas); y gran estocada (oreja), y Joselito Adame: estocada en la suerte de recibir (oreja); y emuló la suerte suprema tras el indulto del toro (dos orejas y rabo simbólicos).
Antes de adentrarse en la tarde, y a tenor de lo que ocurrió en la víspera en el apartado ganadero, hay que felicitar a la empresa y, sobre todo, a Ricardo Gallardo, ganadero de Fuente Ymbro, por los dos toros extraordinarios que trajo a Guadalajara, especialmente el sexto, de nombre 'Hechicero', que, haciendo honor a su nombre, embrujó con su bravura a los tendidos alcarreños.
Fue un toro que bajó la buena presentación de la corrida y que, además, perdió las manos varias veces antes del último tercio, pero fue tomar la muleta por primera vez y se convirtió en una máquina incansable de embestir, con fondo, por abajo y mucha clase.
Adame lo vio enseguida y, tras un inicio en el que toreó con desmayo y mucho relajo, lo aprovechó, y de qué manera, sobre todo por el derecho, por donde las tandas fueron a más, rotundas y compactas, de hasta siete y ocho muletazos ligados.
La plaza se convirtió en un clamor, y pidió el indulto del toro, que el presidente concedió entre el fervor de los tendidos, la felicidad del torero y el orgullo del ganadero.
A su primero, de José Vázquez, también le cortó una oreja Adame, después de una faena en la que se le vio sereno y muy seguro con un animal noblote pero carente de transmisión.
El Fandi sacó a relucir todo su repertorio capotero en su primero: dos largas en el tercio, mecidas verónicas, galleo por chicuelinas y hasta un quite por vistosas lopecinas. Con el ambiente a favor, se lució con las banderillas, pero en la faena de muleta.
De hinojos volvió a saludar El Fandi al cuarto, de José Vázquez, toro largo y basto de hechuras, con el que volvió a exhibirse con los palos.
Abrió el cartel el rejoneador Hermoso de Mendoza, que estuvo digno con dos toros mansurrones y de poco celo, con los que destacó a lomos de Viriato en el primero, y sobre Dalí en el cuarto, mas no tuvo su tarde con el rejón final.
Alejandro Marcos, triunfador en Salamanca
El novillero salmantino Alejandro Marcos salió por la puerta grande de la plaza de La Glorieta en el primer festejo de la Feria de Salamanca.
Marcos, que fue volteado en el centro del ruedo, regresó enrabietado a la cara del novillo y consiguió dos destacadas tandas en redondo y una estocada caída que le valieron el primer triunfo en la feria salmantina.
Con escaso público, se lidiaron novillos de José Cruz, buenos en general, y tres de ellos fueron ovacionados en el arrastre.
Posada de Maravillas, silencio; Álvaro Lorenzo, ovación, tras cinco pinchazos y descabello; Varea, silencio tras dos avisos; Alberto Escudero, ovación, tras cinco pinchazos y estocada; Alejandro Marcos, dos orejas, tras una gran actuación, y Alexis Sendín, que sustituía a Roca Rey, ovación.
Oreja para Ginés Marín en Arganda
El novillero Ginés Marín cortó en Arganda del Rey (Madrid) la única oreja de un novillo potable de la ganadería de Fernando Peña, y sus dos compañeros, David de Miranda y el peruano Joaquín Galdós, se fueron de vacío.
Con más de tres cuartos de entrada, se lidiaron novillos de Fernando Peña, bien presentados, serios y con romana, pero deslucidos, a excepción del buen primero, aplaudido en el arrastre.
Gines Marin, oreja tras aviso y ovación tras aviso; David de Miranda, silencio y silencio, y Joaquín Galdós, silencio y silencio.
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