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La invalidez de los toros impide que la feria de Huesca levante cabeza

Padilla y El Fandi salen a hombros en Gijón ante una noble corrida de Sánchez Arjona

El diestro Miguel Abellán cortó la única oreja del cuarto festejo de la feria taurina de Huesca, en el que, otra vez, el deslucido juego de los toros condicionó tan pobre espectáculo, y en el que brilló también la capacidad y arrestos de Eduardo Gallo, que dio una vuelta al ruedo.

Con tres cuartos de entrada, se lidiaron toros de Vellosino y Albarreal, además de un sobrero -el primero- de Santiago Domecq, escasos de fuerzas y mansos.

Miguel Abellán, oreja, y ovación; Eduardo Gallo, ovación y vuelta al ruedo, e Ivan Fandiño, silencio tras aviso y ovación.

La cuarta corrida de feria de Huesca dejó más de lo mismo que en las anteriores corridas: Unos toros muy flojos, que no embisten ni transmiten; y, en consecuencia, unos toreros voluntariosos y con hambre de triunfo.

También, como ha venido siendo la tónica, hubo una presidencia demasiado rácana a la hora de dar orejas, como si la de Huesca fuera una plaza de primera, y que desoye las peticiones de los aficionados que son los que pagan y mantienen la fiesta taurina.

Los tres toreros, Miguel Abellán, Eduardo Gallo e Ivan Fandiño estuvieron por encima de los astados.

Miguel Abellán, que vio cómo su toro fue devuelto al partirse un pitón, se enfrentó a un sobrero que dio algo de juego y le pudo sacar partido. El torero madrileño se llevó al astado al tendido de sol, y le sacó meritorios y valientes pases con la derecha, y otros tantos al natural, rematando la faena con redondos invertidos y molinetes de rodillas. Media estocada le valió para hacer rodar al toro de Santiago Domecq.

En el cuarto, un manso, flojo y deslucido toro de Vellosino, probó por los dos pitones y en ambos sacó petróleo de un animal que no transmitió nada. Abellán adornó su faena con pases de rodillas, desplantes y abaniqueos del agrado del público. Lo mató de una estocada un poco desviada y, aunque la inmensa mayoría de la plaza pidió la oreja, el presidente no la concedió ante el enfado de los aficionados y del torero.

Eduardo Gallo, que debutaba, hizo una buena faena a su primero, a pesar de que el toro no embistió, pero, a base de porfiar y arrimarse, logró sacar algunos pases de mérito, también molinetes de rodillas, desplantes y dos circulares invertidos antes de fallar a espadas.

En el quinto, Gallo supo entender al animal, y por el pitón derecho le arrancó buenos pases. Arriesgó también el salmantino entre los pitones. Un pinchazo arriba y una estocada le valieron la vuelta al ruedo.

Iván Fandiño tuvo pero suerte que sus compañeros porque fueron los suyos los peores toros de la tarde. El primero de su lote se negaba a entrar a la muleta. Una veintena de pases a la fuerza para cumplir el expediente. A la hora de matar tampoco tuvo la suerte de cara, y fue silenciado al final de su labor.

En el sexto, Fandiño permitió que se picara demasiado al toro, lo que mermó las fuerzas del animal, que ya no levantó cabeza ni embistió. Una buena tanda de derechazos y adornos con molinetes y bernardinas fueron lo mejor de una faena rubricada a la primera con los aceros.

Gijón: puerta grande para Padilla y El Fandi

Juan José Padilla y El Fandi fueron los triunfadores de la corrida celebrada en la feria de Begoña de Gijón.

Con media entrada, se lidiaron toros de Sánchez Arjona, bien presentados y nobles.

Manuel Díaz El Cordobés: ovación y palmas tras un aviso; Juan José Padilla, dos orejas y oreja, y El Fandi, ovación y dos orejas.

Beziers: oreja para Hermoso y Perera

El rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza y el matador de toros Miguel Ángel Perera pasearon sendos trofeos en el festejo celebrado en la ciudad francesa de Beziers, en el que el torero local Sebastián Castella fue ovacionado al término de sus dos faenas.

Con tres cuartos de entrada, se lidiaron dos toros para rejoneo de El Capea, de juego desigual, y cuatro en lidia ordinaria de Jandilla, parejos y de variado comportamiento.

El rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza, ovación y oreja; Sebastián Castella, ovación tras en su lote, y Miguel Ángel Perera, silencio y oreja.

Finalmente, los diestros Diego Urdiales y el mexicano Joselito Adame pasearon sendas orejas en el festejo inaugural de la feria taurina de la ciudad francesa de Dax, en el que el torero de la tierra Juan Leal pasó sin pena ni gloria.

Con la plaza casi llena, se lidiaron toros de Jandilla, bien presentados y bravos en conjunto. El mejor, el segundo; y algo insulsos los demás.

Diego Urdiales, silencio y oreja; Joselito Adame, oreja y vuelta al ruedo, y Juan Leal, silencio y silencio.

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