El viento y la lluvia aguan el Arenal Sound de Burriana
Se truncan las expectativas de afluencia del festival a pesar de que se reanudó
Venían preparados para una semana de fiesta, playa y música pero la juerga se les ha aguado, y mucho. Tres fuertes trombas de agua en dos días han obligado a suspender las dos primeras jornadas del Arenal Sound de Burriana, que se ha recompuesto en las últimas horas para continuar con su programación. Un festival que preveía superar los 50.000 asistentes diarios y que contaba con 35.000 acampados.
Parte de ellos abandonaron el viernes la zona después de que las primeras lluvias anegaran el área de acampada más cercana a la playa. Otros lo hicieron ayer. Un millar de jóvenes fueron realojados en centros municipales (890 el viernes y 1.290 el sábado). Los que no se desplazaron buscaron acomodo para dormir. Algunos lo han hecho en maleteros y garajes. El festival ha suspendido más de 20 actuaciones y el viernes tuvo que desalojar el recinto de conciertos.
La peor situación se registró el viernes. Los sounders venían preparados. El tradicional biquini o bañador dejó paso a las sudaderas y los chubasqueros. La jornada arrancó bien. Con una masiva afluencia para ver a Supersubmarina, aunque el mayor lleno se dio el jueves con La Pegatina, cuyo concierto tras el primer chaparrón hizo que los charcos fueran una diversión añadida. Tras un tranquilo (por el cielo despejado) concierto de la banda británica de rock The Subways, tocaban los franceses The Shoes cuando se desató un temporal de lluvia y viento huracanado que obligó a parar y desalojar todo el recinto minutos antes de la una de la madrugada. La organización acordonó las zonas que rodeaban escenarios y torres porque las estructuras se tambalearon peligrosamente. Ningún cabeza de cartel pudo tocar ni jueves ni viernes.
La peor parte se la llevaron quienes estaban alojados en los campamentos junto al recinto y en primera línea de playa. Allí estaban acreditados 16.000 sounders. Sobre las dos de la mañana era una zona arrasada. Gente saliendo con lo puesto, con la tienda entre las manos y dispuestos a largarse. Otros buscando entre el barro objetos que salvar porque las tiendas volaron. Y, claro, también quienes seguían con la fiesta. Pase lo que pase. Como quienes se arrancaron a lo Escobar: “Mi tienda me la robaron, el aire, cuando soplaba”.
Calma relativa
Hoy, la mañana siguiente al desastre, ha salido el sol y todo ha regresado a una calma relativa. Salvo porque una buena parte del camping estaba todavía inundado. Algunos aprovecharon para protestar. Fue el caso de un grupo de seis chicas de Segovia y Salamanca que están poniendo reclamaciones. Dicen que faltó mucha organización. No fueron las únicas. Por el contrario, otros, como tres valencianos de 18 años, se mostraban agradecidos. “Se han portado bastante bien”, asegura uno de ellos.
El Arenal Sound cerrará mañana su edición más complicada. Todavía es duda su continuidad en Burriana. La alcaldesa, Maria Josep Safont, asegura que no se mantendrá si no hay cambios.
Babelia
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