Preciosa se pone jonda
Carmen Cortés estrena su versión coreográfica de 'La gitanilla', de Miguel de Cervantes, un nuevo ballet que aúna folclore, danza española y flamenco.
La bailaora y coreógrafa Carmen Cortés vuelve a las tablas con un nuevo proyecto de envergadura: La gitanilla, de Miguel de Cervantes. Después de Don Quijote de la Mancha, es la novela más veces llevada al terreno del ballet, desde el siglo XIX, cuando Filippo Taglioni la recreara libremente para su hija María en San Petersburgo, a las versiones del siglo XX, como la de José Antonio Ruiz para Carla Fracci en Verona primero y en la Ópera de Roma después, o la imaginada por José Granero para el Ballet Nacional de España.
"Había leído La gitanilla hace años, pero es ahora cuando vi el momento, la necesidad de hacer de ella un ballet flamenco, una pieza mía, y me decidí a trabajar la historia en flashback”" Es así que Carmen Cortés desdobla el personaje con varias actrices, bailarinas y cantaoras con ella misma al frente: "Una de ellas hace su presentación con la escuela bolera, pero sin palillos [castañuelas], muy rítmica, y apoyándose en la música creada por el violinista búlgaro Kosio Konstantin, que a su vez usó temas folclóricos y tradicionales de su país, de esa parte de Europa donde están también los orígenes zíngaros". La música tiene la dirección de Gerardo Núñez y composiciones de Aquilino Jiménez y Jonatan Giménez. Las otras Preciosas aportan su sello: "Una de ellas es una cantaora, que es la que lee la mano en la escena de adivinación, con sus recitados. He intentado huir de los tópicos, nada de colorines y moneditas colgando, he ido a la esencialidad".
Cortés cuenta con la codirección de Pepe Maya y, tras estudiar a fondo las localizaciones cervantinas y la secuencia de escenas escogidas, vio en el folclore un filón expresivo y formal: "Toco el folclore, pero no de manera tópica; está la jota aragonesa, la escena de la boda, un coro de las mujeres con panderos". Y aquí entra el meollo psicológico del personaje principal, junto a un objeto omnipresente en la obra, un gran espejo rodante: "La mirada y el espejo, la mirada es importante, qué cara tengo, adónde voy… o ir al pasado, a lo ancestral".
Cortés desdobla el personaje con varias actrices, bailarinas y cantaoras con ella misma al frente
Para La gitanilla, Carmen Cortés ha reclutado un cuerpo de baile de seis muchachas y cuatro chicos, todos muy jóvenes, algunos con experiencia escénica, pero otros recién salidos de los conservatorios. Carmen también se hace acompañar de un bailarín clásico de la Compañía Nacional de Danza cedido por su director artístico, José Carlos Martínez: "Fue Martínez quien me sugirió a Berlanga, por su experiencia y porque creyó que le podía interesar un proceso de creación diferente de lo suyo como es este. Berlanga tiene muy buen oído, y eso es básico para entrar en nuestra rítmica y estilos". Para resumir, Carmen Cortés explica de su ballet: "Preciosa viene de otra vida, hay en ella una lucha latente entre pasado y presente; en este caso, triunfa el amor sin perder la libertad. Si lo piensas, esta frase se puede trasladar a cualquier ambiente, época y lugar; nosotros damos un toque de atención a ese planteamiento".
En cuando a la novela ejemplar original, Cortés usa textos literales cervantinos, como la descripción que hace de los gitanos en las primeras páginas de la novela: “Como artista, tengo ese deber, más allá de ser gitana”. Y eso la decidió a usar una voz en off.
La gitanilla se estrenará en Almagro el día 3 de julio. Dos días después se podrá ver en Alcalá de Henares. La iluminación es de Juan Gómez Cornejo y hay elementos escenográficos móviles con los que van componiendo los ambientes precisos de la trama. La empresa es ardua, pues habrá en total más de 25 personas en escena entre músicos y bailarines: "Hoy es muy difícil hacerlo así. He llevado compañía muchos años, pero ahora es muy duro. Me gusta el trabajo de los proyectos literarios, transmitir la experiencia a las nuevas generaciones, pero se hace cuesta arriba, el IVA nos está matando, nos machaca".
El vestuario está diseñado por Isabel Núñez (que también ha intervenido en la concepción del decorado), pero Cortés precisa: "El ambiente será más bien desnudo, el espejo siempre presente, hay citaciones de época, de ambientes populares, y el color estará usado discrecionalmente en la gama de los tierras y los ocres; con la entrada de los gitanos, el color se abrillanta, pero sin excesos, como elemento distintivo del grupo".
En cuanto a la música, Carmen Cortés se muestra entusiasmada: "Es flamenco, pero intentando cierto lirismo, hay pasos a dos que necesitan de ese tono; los palos flamencos están, naturalmente, pero de una manera sutil, imbricándose en el todo de baile".
La gitanilla de Carmen Cortés. Ballet inspirado en la novela de Miguel de Cervantes interpretado por la Compañía de Danza Flamenca Carmen Cortés. Dirección de Pepe Maya y Carmen Cortés. Música de Aquilino Jiménez y Jonatan Giménez. Festival de Almagro, los días 3 y 4 de julio. Teatro Salón Cervantes. Alcalá de Henares (Madrid), el 5 de julio.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.