Jiménez Fortes reapareció en Badajoz con triunfo y un buen susto
Hermoso de Mendoza, Andy Cartagena y Leonardo Hernández, a hombros en Soria
El torero malagueño Saúl Jiménez Fortes, que reapareció ayer en público tras la gravísima cogida que sufrió en el cuello en la pasada feria de San Isidro, triunfó en la primera corrida de la feria de Badajoz, en la que entró en sustitución de Antonio Ferrera, lesionado en un brazo en la localidad balear de Muro el pasado domingo.
Jiménez Fortes salió a hombros tras cortar dos orejas, aunque también se llevó un buen susto al ser arrollado por su primero cuando lo recibió de rodillas en la puerta de toriles.
Con más de media entrada en los tendidos, el resultado final del festejo fue el siguiente: Miguel Ángel Perera, estocada baja y tres descabellos, silencio. Pinchazo y estocada fulminante, dos orejas; Alejandro Talavante, metisaca, dos pinchazos y estocada, además de cuatro descabellos, bronca. Estocada y una oreja, y Saúl Jiménez Fortes, que sustituyó a Antonio Ferrera, estocada y dos descabellos, una oreja tras aviso, y estocada y una oreja.
Jiménez Fortes se fue a la puerta de toriles a recibir a su primero de rodillas, a portagayola, ante el clamor del respetable. El toro le hizo un extraño y lo arrolló, lo que no dejó huella en el torero, que se levantó y siguió toreando por verónicas.
Con la muleta brindó al público una faena adelantando la tela y de arriba abajo ofreciendo una obra musicada y de buen hacer ante la entrega total de los tendidos. El toro echó la cara arriba y el torero siguió enjaretando los naturales con la mano izquierda, que remató de una estocada y dos descabellos.
El que cerró plaza, el más fuerte de la tarde, se dolió de los cuartos traseros y fue devuelto a los corrales. Sustituido por un sobrero del mismo hierro, un inválido total, que nuevamente fue devuelto por el presidente ante las protestas unánimes del público. El segundo sobrero, el mejor presentado de la tarde, del hierro de Luis Algarra, con el que el malagueño se creció, ofreciendo un torero estático y de buen gusto, con el que inició una faena que adobó la tarde, dividida entre el aplauso a los toreros y las protestas a los toros de David Ruiz.
En realidad, la terna formada por los matadores Miguel Ángel Perera, Alejandro Talavante y Saúl Jiménez Fortes salvaron una corrida de toros en Badajoz, deslucida y protestada de Daniel Ruiz, en la que se devolvieron dos astados, el sexto y el primer sobrero por invalidez, y salió uno de Luis Algarra que dio buen juego.
Miguel Ángel Perera lanceó con suavidad a un toro distraído y descastado, al que le sobraba nobleza y le faltaba casta. Astifino y de más vistosa presencia fue el cuarto de la tarde, al que recibió de rodillas y logró una aplaudida serie. Se llevó el toro a los medios y se lució por estatuarios prolongando una faena lucida y decidida, que el público agradeció.
Alejandro Talavante se lució con el capote ante un toro recortado, cuyas escasas fuerzas truncó los deseos de triunfo del torero, que de inmediato se lo quitó de en medio ante las protestas del público que le dedicó una sonora bronca. Al quinto de la tarde lo cuidó en varas, a pesar de los cual entró a trompicones en la muleta del matador, que aún así consigue trazar tres naturales parando el reloj y la música, a cambio de un puñado de aplausos sinceros y espontáneos.
Rejoneadores a hombros en Soria
Los rejoneadores Pablo Hermoso de Mendoza, Andy Cartagena y Leonardo Hernández salieron a hombros, tras cortar siete trofeos y ofrecer una buena tarde de toros a caballo en la primera de feria de las fiestas de San Juan de Soria.
Con casi lleno se lidiaron seis toros de Los Espartales (Badajoz), que ofrecieron un buen juego, en especial el primero y el quinto, que permitieron el lucimiento de los rejoneadores.
Pablo Hermoso de Mendoza, ovación y dos orejas; Andy Cartagena, oreja y dos orejas, y Leonardo Hernández, aplausos y dos orejas.
Hermoso de Mendoza tuvo dos actuaciones diferentes en el coso soriano. En la primera, encandiló al público con una faena con continuos apoyos y cambios de mano, pero perdió las orejas por matar mal. En la segunda, ante un toro protestado por cojo, el rejoneador le sacó más de lo que la afición creía, en una faena de poder a poder.
Cartagena, con su caballo Zico, tuvo una actuación completa. A su primer enemigo le cortó una oreja, destacando la cercanía con la que toro y caballo realizaron el encuentro la embestida. En su segundo, demostró la buena cuadra que tiene.
Leonardo Hernández se enfrentó al peor lote del festejo pero no se dejó amedrantar. En el primero perdió los trofeos por matar mal y, en el segundo, estuvo muy por encima de su oponente, realizando una faena técnica y apasionante.
Babelia
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