Todos hablan de ‘Hamilton’
Lin-Manuel Miranda es rapero, compositor, letrista y actor. En 2008 se llevó el Tony al mejor musical y el Grammy al mejor álbum por 'In the Heights'
El público y la crítica de Nueva York están rendidos ante Hamilton, la función que parece salida de la nada, como Rent o Angels in America, y que todo el mundo quiere ver. Desde su estreno en febrero, en el Public Theater, se está llevando premio tras premio: la semana pasada le cayó el Obie a la mejor nueva obra en el off-Broadway. Pero su autor, Lin-Manuel Miranda, no es un joven desconocido. Nacido en Manhattan de familia portorriqueña, tiene 35 años, es rapero, compositor, letrista y actor (ha aparecido en muchas series, de Los Soprano a Como conocí a vuestra madre) y en 2008 se llevó el Tony al mejor musical y el Grammy al mejor álbum por In the Heights, una crónica de la vida en Brooklyn que pasó del Off al Richard Rodgers de Broadway, como va a suceder el próximo verano con Hamilton. ¿Y qué es Hamilton? Sobre el papel, una rareza absoluta: la vida y obra de Alexander Hamilton, uno de los “padres fundadores” de la democracia americana (y del capitalismo puro y duro), cantado y bailado en clave de rap, hip-hop, rythm & blues y pop, a partir de la voluminosa biografía escrita por Ron Chernow.
Al decir de los críticos, con un entusiasta Ben Brantley, el pope del New York Times, a la cabeza, Hamilton lo tiene todo para triunfar: una formidable historia, una partitura contagiosa y una puesta en escena de desbordante energía. Nacido en el Caribe de bajísima cuna, Hamilton fue un autodidacta apasionado que en su corta e intensa vida luchó en la revolución americana, organizó el ejército yanqui, fue jefe de gabinete de George Washington y secretario del Tesoro, estuvo a un paso de la presidencia y murió en un duelo a manos de su archirrival Aaron Burr. No deja de ser extraño ver a los padres fundadores (en su mayoría esclavistas, a excepción de Hamilton y Burr) interpretados por un reparto en su mayoría afroamericano, pero Broadway tiene esas cosas. El superdotado Miranda, por cierto, firma el libreto y las canciones y encarna al protagonista, a las órdenes de Thomas Kail, que ya dirigió In the Heights.
La función ha sido un trueno en la sala Newman del Public Theater, un espacio pequeño (300 butacas) y desbordadísimo, donde la han aplaudido desde los Clinton a Madonna, desde Gay Talese a Robert de Niro. Hamilton podía haber saltado en el acto a Broadway y entrar en la liza de los Tonys, pero Miranda, Kail y el productor Jeffrey Seller han tomado una decisión tan arriesgada como sensata: tomarse su tiempo para ajustar el espectáculo, tratar de cortarle quince minutos, y levantar el telón del Richard Rodgers Theatre en pleno verano, el próximo 6 de agosto.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.