La fuerza acompaña a los seguidores de ‘La guerra de las galaxias’

Es fácil decir que la “fuerza” se dejó sentir en la Star Wars Celebration, la feria que se celebra hasta el domingo en el centro de convenciones de Anaheim (California) dedicada en su totalidad al universo de La guerra de las galaxias. Pero la energía desprendida por los más de 40.000 asistentes a esta cita con una saga que arrancó hace casi cuatro décadas deja la frase corta. Fuerza, pasión, nostalgia y dinero, mucho dinero, todo ello controlado como sólo los estudios Disney, ahora dueños de Lucasfilm, saben organizar: al detalle. Los fans se congregaron en hordas, algunos incluso acampando a la intemperie en la cálida noche californiana con tal de ser los primeros en ver el segundo tráiler de La guerra de las galaxias EpisodioVII: el despertar de la fuerza. Y J. J. Abrams, su director, productor y coguionista, les dio las gracias como debía, ofreciéndoles pizza gratis para pasar la noche y durante el día unas imágenes que les tocó la fibra sensible. “Chewie, estamos en casa”, dijo desde el tráiler un Harrison Ford caracterizado de Han Solo entre los gritos de los asistentes.

Entre los congregados hubo princesas Leias de todas las tallas, tropas imperiales de asalto nuevos o ajados, falsos Chewbaccas más altos que la masa de aficionados -una muchedumbre que se espera supere las cifras iniciales- o todo tipo de malvados, desde el famoso Darth Vader hasta más rebuscados como el emperador Palpatine, también conocido como Darth Sidious. Eso por no citar a bebés disfrazados de Yoda o de pequeños Ewoks peludos mientras por los pasillos se cruzaban Jedis y Padawans de todas las edades. Como recordó la productora ejecutiva Kathleen Kennedy, ahora también al frente de LucasFilm, todo el mundo tiene una historia relacionada con La guerra de las galaxias y “esta experiencia generacional es verdaderamente importante para el futuro” de esta saga.

La fuerza acompaña a los seguidores de ‘La guerra de las galaxias’

Un futuro prometedor donde los fans es su mejor arma, además de la más barata y efectiva, dando a conocer la nueva película a golpes de Twitter, Instagram o cualquier otra presencia en las redes sociales. Para esta novena edición la Star Wars Celebration es una reunión de convencidos, frikis de una galaxia no tan lejana que acuden a estas citas desde que a Lucas se le ocurrió la idea de organizar estas grandes quedadas en 1999. Es casi imposible encontrar alguien que asista por primera vez. “Ni tan siquiera mis hijos, que son los que me han arrastrado aquí”, afirma Simon, diseñador gráfico. Una convención donde cada uno encuentra lo que busca siempre y cuando esté relacionado con alguna de estas galaxias. ¿Un avión diseñado como R2-D2? La compañía aérea ANA lo pondrá a disposición de aficionados y otros pasajeros en conjunción con el estreno de la nueva película el próximo diciembre. ¿Prefieres el lado oscuro en una tostada? Para eso está la tostadora con la cabeza de Darth Vader. Todo tiene un precio. El que quiera vestirse de stormtrooper la armadura completa vale más de 1.400 euros. Y el sable de luz, 65 euros el más baratito. Incluso las firmas tienen precio. Da igual que Mark Hamill, el Luke Skywalker de antaño, dijera desde el escenario eso de “sois más que seguidores, sois familia”. Fuera del escenario, esa familia hizo cola para conseguir autógrafos y tal vez una foto que en el caso de Hamill cuesta 116 euros, 65 euros el de la princesa Leia y a unos 9 euros el de alguno de los ewok o el de ese stormtrooper con el hombro naranja que recuerda en un cartel que es el que dice eso de “estos no son los droids que andamos buscando” para que le reconozcas. “Esa es la parte con la que no puedo”, se indigna David, uno de los fans que ha venido desde España para esta celebración. Todavía recuerda esa otra convención en la que ayudó a Peter Mayhew, el grandullón debajo de Chewbacca, a bajar unas escaleras para que luego el actor se negara a darle una foto a menos que le pagara. “Es habitual en este tipo de convenciones pero a muchos nos gustaría cambiarlo”, dijo uno de los encargados del montaje que prefirió no dar su nombre.

Las quejas están muy lejos de empañar la convención. El cartel de no quedan entradas empezó a repetirse desde el primer día en varias de las jornadas a pesar de que los precios tampoco son baratos, de 60 a 140 euros la entrada. Como indicó Steve Sansweet, fundador del Rancho-museo Obi-Wan y dueño de la mayor colección de objetos de La guerra de las galaxias, “aquí se encuentra de todo, incluso ese muñeco que se comió tu perro nada más salir la película”. Juguetes que Fisher tuvo también el humor de recordar cuando dijo a sus seguidores eso de que es increíble haber sido parte de la infancia de tanta gente. “Y además ser un juguete. Gracias por jugar conmigo”, dijo bromeando. Ella fue la única mujer de la primera trilogía pero no será la última. Como prometió Kennedy eso va a cambiar y las próximas dos décadas de películas de este universo galáctico incluirán más personajes femeninos como el de Rey, la chatarrera que interpreta Daisy Ridley, junto con Oscar Isaac y John Boyega, los “nuevos” del Episodio VII. Más vale que lleguen cuanto antes porque alguien tendrá que vestir la línea de ropa de mujeres inspirada en Star Wars que la casa Her Universe ha puesto a la venta con motivo de esta convención. Y porque así el apartado dedicado, con humor, a que los fans se conozcan y, quizá, florezca el amor cuente con un mayor número de mujeres a las que les acompañe la fuerza.