Los desahucios, un drama de cine
La cantante Sílvia Pérez Cruz debuta como actriz en ‘Cerca de tu casa’, un filme con música sobre hipotecados que perdieron sus viviendas
"Yo no quería una actriz, quería una coautora", confiesa el director Eduard Cortés y a su lado sonríe tímida Sílvia Pérez Cruz, cantante, compositora y ahora coguionista y protagonista de su primera película, Cerca de tu casa, un drama con canciones sobre los desahucios hipotecarios. El filme es una apuesta artística que empezó a rodarse el lunes dos de febrero en Barcelona, con un presupuesto muy ajustado (1,5 millones de euros) que esperan redondear con el lanzamiento de un crowdfunding.
Hace casi tres años, Cortés (Barcelona, 1959) asistía "atónito, asustado" a las primeras noticias que aparecían sobre los desahucios ante impagos de hipotecas. Él acababa de terminar Los Pelayo y ¡Atraco! "Empecé a asistir a asambleas de afectados de la PAH (Plataforma de Afectados por la Hipoteca), y pronto comprendí que aquí había una película sobre los dramas personales que ocurrían en cada desahucio". Todo eso Cortés lo vivió en muy pocas semanas. "Cuando escribes un guion, piensas en la estructura, en la trama cinematográfica, en que sea cuanto más imprevisible, mejor, y como director busco giros inesperados". Se asustó: sentía que frivolizaba sobre el dolor. "Descubrí que tenía que explicar exactamente un caso típico, y contarlo en 2007, cuando aún no había empezado el movimiento solidario de apoyo a los afectados". Y así nació la trama de Cerca de tu casa, o cómo una pareja con una hija de 10 años pierde su casa, se traslada a casa de los padres de ella y ese nuevo hogar también se ve amenazado por el embargo bancario porque había servido como aval de la hipoteca. "No había que ser imprevisible en la trama, sino en la mirada" y por eso Cortés pensó que en los momentos más complicados emocionalmente de la historia podían aparecer canciones. "De una manera la música culmina esos sentimientos". En su cabeza rondaba la idea de colaborar con Sílvia Pérez Cruz, a la que había visto en conciertos, pero no sabía cómo. "Este era el momento. Y quiero puntualizar: no es un musical, es un drama con canciones".
Pérez Cruz fue quien rápidamente encontró el paralelismo con Bailar en la oscuridad. "¡Ojalá no acabemos tan mal como Lars von Trier y Björk", bromea el cineasta. "Aunque las películas son muy lejanas, sí nos parecemos en el compromiso artístico que ellos mantuvieron y nosotros esperamos igualar". La cantante rechazó en un principio la oferta: "Conozco muchos actores, tengo un enorme respeto a la interpretación. Nunca había trabajado este lenguaje artístico, y no veía la necesidad". Cortés insistió: no quería una cantante que actuara, sino que se comprometiera desde el inicio, con Cortés y su coguionista habitual, Piti Español, a construir la historia y a componer las canciones. "El otro día recuperé los SMS del inicio, y se acaban de cumplir dos años". Tanto es así, que han hablado mucho de la película, de los momentos de las canciones, pero Pérez Cruz es la autora en solitario de las letras y las músicas. "Y sobre su actuación... cualquiera que la haya visto en directo sabe de su talento para transmitir emociones".
La cantante explica que al final se subió al barco por varias razones: "Porque era una historia que tenía que ser contada; porque había un reto en hacer un musical a nuestra manera, lo que entre otras cosas incluye renunciar a la palabra musical, un género que tampoco me apasiona; y porque el lujo estaba en formar parte desde el inicio de la búsqueda". Tampoco le amilanó el estar rodeada de un elenco potente: Oriol Vila (encarna a un atormentado empleado de banco -"una víctima colateral", según el cineasta- que ve cómo van echando a sus clientes de sus casas), Lluís Homar, Adriana Ozores, Ivan Massagué (que encarna a la pareja de la protagonista), Iván Benet y Manuel Morón. "Todos cantan, y era importante que no fueran cantantes, sino que les apeteciera hacerlo, que sacaran esa fragilidad en los temas", explica Pérez Cruz. "Rápidamente entendí que no se podía poner música porque sí a cualquier secuencia, y que era fundamental el lenguaje que usara en las letras, que he centrado más en los estados de ánimo y no tanto en la acción. El objetivo no es un musical, sino que las canciones fueran una herramienta cinematográfica más".
Otra de las invitadas a participar en Cerca de tu casa es la coreógrafa Sol Picó, que ha creado el baile del momento más duro del drama, el del hundimiento emocional de la protagonista. "He preparado el movimiento a partir de las indicaciones de Eduard. Para bailar los desahucios hay que buscar una forma, un lugar estético muy serio, trabajar otros movimientos", cuenta Picó. "Como experiencia es todo un reto, pero a la vez quería estar en una película que indaga en un problema brutal de la sociedad actual".
Cineasta y actriz/cantante aseguran que han sufrido varias crisis en el proyecto, principalmente a la hora de levantar el presupuesto. El veterano productor Loris Omedes apoyó la idea. El director explica: "La vamos a filmar en cinco semanas. Será justo, pero suficiente. Había que hacer la película, recuperar el espíritu de rodar sí o sí. Como cuando rodaba cortos: las ganas movían montañas. Si alguien, el Gobierno, quiere torpedear la creación artística, no podemos permitirlo. Y para ello lo mejor es rodar".
Cortés entristece sus palabras: "Por desgracia, sabemos que la situación no habrá cambiado cuando estrenemos. El único impulso positivo no ha venido de los políticos, sino de la gente, que se están apoyando unos a otros. En este mapa trágico, si hay algo bueno que extraer de este drama es que ha despertado de nuevo la autoasociación, la solidaridad y cooperación. No lo perdamos".
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.