José Luis Delgado, pionero de la innovación gráfica en la prensa
Artista plástico, grabador y virtuoso de la maquetación, dio forma visual a numerosas publicaciones
José Luis Delgado, artista plástico y periodista, considerado como uno de los maquetadores de prensa más prestigiosos de la España contemporánea y celebrado grabador, murió ayer en Madrid, a la edad de 75 años, a consecuencia de un tumor cerebral. Había sido autor del diseño de numerosas revistas, diarios y publicaciones también digitales, así como confeccionador de Informaciones, Nuevo Diario, Mundo Obrero, las revistas Argumentos y La Tarde, además de La Voz de la calle y Crónica Popular, de la que era redactor jefe.
Delgado había nacido en Madrid en enero de 1940, en el seno de una familia encabezada por el pintor Teodoro Delgado. De niño, sufrió una dolencia pulmonar que le causó habituales problemas respiratorios. Signado por una vocación expresiva muy acentuada desde su mocedad, siguió estudios de ilustración en la Escuela Nacional de Artes Gráficas y de dibujo en la Academia de Bellas Artes y de cerámica con el artista valenciano Real Alarcón.
Comprometido políticamente durante la clandestinidad, fue fundador y dirigente activo de la Sección de Artes Gráficas y Prensa del sindicato, entonces prohibido, Comisiones Obreras, así como militante del Partido Comunista de España. Sus preferencias artísticas se orientaron hacia el grabado y sus obras se exhiben hoy en el Museo de Tarragona, en el centro museístico de Xilografía de Carpi, en Italia y en el centroeuropeo de Bratislava, entre otros recintos culturales. Ha participado en numerosas exposiciones plásticas.
Dotado de una cultura plástica extensa, siendo muy joven quedó vinculado a Estampa Popular, grupo artístico de oposición antifranquista, dirigido por el pintor comunista Pepe Ortega, del que formaron parte, entre otros, Ángel Aragonés, Francisco Álvarez y Ricardo Zamorano. En la estela de aquel colectivo José Luis Delgado, según mostró a lo largo de su carrera, concibió el escenario de la imagen como un campo de batalla ideológico de alcance estratégico, versado hacia la configuración periodística de los mensajes de cambio social y político en clave democrática. Con ese propósito, formó asimismo en posteriores años parte del creativo núcleo innovador de las Artes Gráficas en general y de la maquetación de Prensa, en particular, tarea en la cual descollaron asimismo sus hermanos Carlos, señaladamente en cartelería, y Rafael, pintor, que firmaba sus obras con el seudónimo Muyor.
Vinculado siempre al periodismo –su hermano Eduardo fue subdirector de Informaciones con Jesús de la Serna- José Luis destacaba por sus reflejos y por la inmediatez con la que transformaba la palabra en imagen, siendo codiciado por muchos promotores de nacientes medios de comunicación por la elegancia eficaz y la firme expresividad de sus soluciones gráficas. Formaba parte del núcleo periodístico que insertó la ilustración como una sustantiva dimensión de la información. En el terreno creativo, no abandonó nunca la experimentación, encaminada últimamente a la integración de las técnicas infográficas en el diseño y hacia avanzadas propuestas volumétricas. Con él aprendieron a maquetar, pintar y grabar muchos de los mejores exponentes actuales de estas disciplinas.
De aspecto bohemio y atuendo informal, singularizado por un sutil sentido del humor, fue hombre de condición siempre jovial y de talante solidario, amante de la navegación a vela y fascinado por la atmósfera taurina. Residente en Tres Cantos, en el área norte de Madrid, era padre de familia numerosa procedente de dos matrimonios.
Babelia
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