Para corazones partíos
Canciones de desamor, mañana, por 5,95 €, en el ‘EL PAÍS de Música’
Hay canciones para bailar, canciones que celebran la seducción, el hormigueo del amor… y canciones para fustigarse sin piedad cuando el amor se va. Por alguna razón, tras una ruptura amorosa el ser humano pasa por una fase de regodeo, que implica el recuerdo compulsivo de los buenos momentos al lado de la persona amada y un curioso debate entre el deseo de olvidar (de ahí su obstinada querencia a las barras de bar) y el disfrute de la clase de cosas que le ponen aún más triste; como las canciones de desamor. La música del adiós cumple una doble función: nos sume infaliblemente en ese trance de victimismo anhelado y nos recuerda que otros, antes, también lo pasaron mal.
Resulta curioso, por otra parte, que los músicos, a quienes tenemos por expertos en actividades amatorias, fracasen en ellas —a tenor de sus canciones— tanto como cualquier otro. Si las codiciadas estrellas de la música no están a salvo de los varapalos sentimentales, ¡cómo vamos a estarlo los demás! Realidad o ficción, prácticamente ninguna discografía se salva de la oscura sombra del desengaño. Por suerte para nosotros, oyentes, el desamor es, desde siempre, temática recurrente en la música.
Las 15 canciones
1. 19 Días y 500 noches, Joaquín Sabina.
2. Corazón partío, Alejandro Sanz.
3. Piensa en mí, Luz.
4. Algo de mí, Camilo Sesto.
5. Se nos rompió el amor, Rocío Jurado.
6. Frente a frente, Jeanette.
7. Me gusta tanto olvidarte, Mecano.
8. Tómame o déjame, Mocedades.
9. Devúelveme la vida, Antonio Orozco y Malú.
10. Y te vas, José Luis Perales.
11. Quiero beber hasta perder el control, Los secretos.
12. Sin ti no soy nada, Amaral.
13. Te quiero igual, Andrés Calamaro.
14. Cero, Dani Martín.
15. Si tú no estás, Rosana.
Evidentemente, hay casi tantas canciones de desamor como motivos de ruptura e intensidad de sus efectos. Se nos rompió el amor, la entrega de la colección EL PAÍS de Música que sale a la venta mañana domingo con este diario al precio de 5,95 €, así lo demuestra. El olvido en 19 días y 500 noches, de Joaquín Sabina, es lento y despendolado; Frente a frente, la inquietante balada que Manuel Alejandro escribió para Jeanette, denuncia el veneno de la rutina; el protagonista de Me cuesta tanto olvidarte, de Mecano, se autoinculpa; Andrés Calamaro lo afronta con humor en Te quiero igual; Alejandro Sanz se deshace en preguntas sin respuesta en Corazón partío; la despedida se ha llevado parte de Camilo Sesto en Algo de mí, y por completo a Eva Amaral en Sin ti no soy nada; por su parte, Los Secretos capturan con precisión la melancolía de barra de bar en Quiero beber hasta perder el control, una de las más hermosas composiciones de Enrique Urquijo.En el tema que da título a este libro-CD, a cargo de Rocío Jurado, el amor se rompió “de tanto usarlo”.
Sea cual sea la “situación sentimental” que consta en su perfil de Facebook, disfrutará este disco-libro. Más aún si es de los que se toma muy a pecho estas cuestiones. O como escribe Rosa Montero en su hilarante prólogo: “Si eres uno de esos casos perdidos que, tras una ruptura, se van a El Corte Inglés a olisquear el perfume del ser amado, este es sin duda tu disco”.
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