Vuelve el Poirot de Agatha Christie de la mano de la novelista Sophie Hannah
‘Los crímenes del monograma’ sitúan al famoso inspector belga en el Londres de 1929
El inspector Hércules Poirot no ha resucitado, pero ha vuelto. Agatha Christie le hizo morir de un infarto en diciembre de 1975, semanas antes de que la propia novelista falleciera en la vida real en enero de 1976. Pero ha vuelto de la mano de la novelista y poeta inglesa Sophie Hannah (Manchester, 1971), que ha escrito un nuevo episodio del inspector Poirot, del que Christie había dejado escritas 33 novelas y 54 relatos cortos, que la nueva autora sitúa en el Londres de 1929.
Los crímenes del monograma (Espasa) se publicará el próximo día 9 de septiembre y saldrá a la venta al mismo tiempo en 30 lenguas y 50 países, como si se tratara del mismísimo Harry Potter o la última versión del gadget electrónico del momento. El proyecto es una iniciativa de los herederos de Christie y sus editores, que lo presentaron este lunes en Londres.
Hannah no ha hecho resucitar a Poirot del infarto que acabó con su vida cuando era ya un personaje anciano y desvalido que tuvo que apoyarse en su amigo Hastings para resolver su último caso. Ella sitúa la nueva trama en el Londres de 1929, aprovechando que en ese momento no se publicó ninguna de las entregas de Christie.
La escritora nacida en Manchester en 1971, que publicó a los 24 años su primer libro de poemas y ha vendido más de 100.000 copias de su primera novela, publicada en 2006, se ha especializado en las novelas psicológicas de crímenes, por lo cual cuando oyó hablar por primera vez de la idea de que alguien escribiera una nueva entrega de Poirot le pareció que era un proyecto imposible.
“Pensé que nadie que no fuera Agatha Christie podía escribir una novela sobre Poirot”, declara en un video promocional. Cuando supo que detrás del proyecto estaban la familia y los editores de Christie “empecé a pensar, que quizás alguien la escribiría, pero no yo”. “Pero mi agente me dijo que a mí me gustaba mucho Agatha Christie y que tendría que pensar en hacerlo. Y se daba la extraña coincidencia de que desde hacía como dos o tres años tenía en mi cabeza una idea de lo que siempre pensé que era una típica trama de Agatha Christie que no conseguía encajar en uno de mis thrillers psicológicos contemporáneos porque no era una idea contemporánea, sino una idea muy adecuada para la edad de oro del misterio”, añade.
Cuando se decidió a aceptar el encargo, lo que hizo fue “introducir un personaje nuevo que no está en las novelas de Christie: inventé el personaje del policía llamado Edward Catchpool”. “Él es el narrador y nunca antes ha narrado una de las novelas de Agatha Christie. Y eso era para mí una razón orgánica y justificable por la que el libro no iba estar escrito al estilo de Christie. Desde el punto de vista de la creatividad ha sido el reto más estimulante que he tenido nunca”, asegura Hannah.
El proyecto tiene el pleno apoyo de Mathew Prichard, nieto de Agatha Christie. “La idea de Sophie para la trama era tan adictiva y su pasión por el trabajo de mi abuela fue tan fuerte que tuvimos la certeza de que había llegado el momento de escribir una nueva novela de Christie”, declaró en su momento.
Como explicó la propia Sophie Hannah en la pasada edición de Barcelona Negra, en la que dio algunas pistas sobre su trabajo en el retorno de Poirot, la vigencia del personaje se debe “a su componente de hombre súper listo, que triunfa allí donde se estrellarían otros; la gente no quiere siempre violencia y manos y pies semienterrados aquí y allá”. Aunque es probable que el éxito de la serie de televisión protagonizada por David Suchet tenga también mucho que ver con la supervivencia de Poirot a lo largo del tiempo.
En Los crímenes del monograma, el meticuloso y obsesivo ex policía belga está disfrutando de su solitaria cena en un pequeño restaurante londinense cuando una mujer muy alterada entra en el local y le confía que alguien está a punto de matarla. Cuando unas horas más tarde son asesinadas tres personas en un cercano y elegante hotel, Poirot se pregunta si aquella mujer del restaurante va a ser la cuarta víctima.
La novela llega a España bajo el sello de Espasa. Berta Noy, editora Ejecutiva Ficción Internacional del Grupo Planeta, recuerda que desde el momento en que le hablaron del proyecto, poco antes de la Feria de Francfort de 2013, se propuso conseguirlo por un doble motivo: "Como tanta otra gente, fui en su día una lectora voraz de Agatha Christie y fue una de las autoras que me contagió la pasión por leer. Y sigo siendo una feliz lectora de novela negra, por lo que conocía ya (y me gustaba) el trabajo de Sophie Hannah. Antes de leer una línea, la combinación Christie/Hannah ya me pareció potente. Y el resultado supera todas mis expectativas: Los crímenes del monograma es una novela estupenda, un puzzle perfecto al más puro estilo Agatha Christie que se devora con intriga y pasión".
Otras secuelas literarias
El personaje. John Banville es (a veces) Benjamin Black desde que inició una serie de novelas negras ambientadas en el Dublín de los años 50 y protagonizadas por un tipo atormentado que respondía al nombre de Quirke. El irlandés aceptó la invitación de los herederos de Raymond Chandler de escribir una novela protagonizada por uno de los personajes más enigmáticos y atractivos de todos los tiempos: el imperturbable Philip Marlowe. La rubia de ojos negrosfue editada por Alfaguara.
La escritora. P. D. James, la gran dama del crimen británica, publicó una novela insólita,La muerte llega a Pemberley (Bruguera), en la que retoma Orgullo y prejuicio en el punto en el que la acabó Jane Austen. "Debo una disculpa a la sombra de Austen por implicar a su querida Elizabeth en la trama de una investigación por asesinato", afirmó la escritora en una nota introductoria.
El agente. William Boyd escribió Solo (Alfaguara), un libro para celebrar los 60 años de la serie literaria sobre el agente 007. Más allá del icono cinematográfico, el James Bond creado por Ian Fleming es un individuo complejo, con sus contradicciones y errores, incluso de lágrima fácil. "Un hombre real", según William Boyd, el último de una nómina de escritores que, desde la muerte del autor original, han perpetuado la serie de novelas de 007. Solo nos traslada al Londres de 1969, cuando los servicios secretos británicos encomiendan a 007 una misión en África que acabará convertida en cuestión personal y en venganza. Boyd, escocés aunque nacido en Ghana (1952), es el tercer autor (tras Sebastian Faulks y Jeffery Deaver) al que los herederos de la franquicia han encomendado una "novela oficial" de James Bond.
El presidente. Abraham Lincoln, cazador de vampiros (Umbriel). La reputación de Abraham Lincoln se basa en haber salvado a su país de los estragos de la secesión y en la abolición de la esclavitud. Pero su heroica lucha contra las fuerzas del mal, contra los vampiros, los "no muertos", ha permanecido oculta durante cientos de años. Hasta que Seth Grahame-Smith, coautor de Orgullo y prejuicio y zombis, descubrió el diario secreto de Lincoln. Usando ese documento como guía, reconstruye su historia, revelando los secretos tras la Guerra Civil y arrojando luz sobre el papel de los vampiros en el nacimiento y desarrollo de Estados Unidos, así como el momento en que esas criaturas casi acabaron con el país. Llevada al cine por Tim Burton y Timur Bekmambetov, Abraham Lincoln: cazador de vampiros es toda una aventura.
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