Lujo y exclusividad en Menorca
Una flota de veleros clásicos de leyenda (el barco de JFK o en el que navegó Grace Kelly) compite en Mahón
La isla de Menorca vuelve a ser un año más protagonista mundial de la vela tradicional. Las aguas próximas al puerto de Mahón son escenario de la regata de barcos clásicos y de época más importante de España. Un espectáculo náutico de gran belleza y singularidad.
La XI edición de la Copa del Rey de Barcos de Época-Trofeo Panerai, reúne del 26 al 30 de agosto una impresionante flota integrada por casi medio centenar de los barcos más bellos del mundo. Un selecto grupo de embarcaciones de un excepcional interés y valor histórico. Veleros únicos con una característica común: mantener su espíritu original.
El paso del tiempo y los acontecimientos históricos que convulsionaron la primera mitad del siglo XX, casi hicieron desaparecer a muchos de estos viejos barcos que quedaron varados en playas y calas, o amarrados en algún puerto semiabandonados. Otros, sin embargo, gracias a iniciativas públicas y privadas pudieron ser recuperados y restaurados en un proceso combinado de arqueología, ingeniería y artesanía naval.
Espectáculo asegurado
La prueba está organizada por el Club Marítimo de Mahón y el Real Club Náutico de Barcelona, con la colaboración de las federaciones española, balear y catalana de vela. La competición menorquina, que se creó en 2003 como Vela Clásica Menorca, forma parte desde 2005 del Panerai Classic Yachts Challenge, el circuito internacional de regatas de mayor prestigio reservado exclusivamente a los veleros clásicos y de época.
El puerto de Mahón, por su singularidad y belleza, es uno de los más increíbles del Mediterráneo. Un brazo de mar que se adentra en la isla unos seis kilómetros y le convierte en el segundo puerto natural más grande del mundo después de Pearl Harbour, en Oahu, Hawái (EE UU). A su abrigo se encuentran las instalaciones del club Marítimo y en sus pantalanes del Moll de Llevant se podrán admirar auténticas joyas de la navegación. Barcos que han sido restaurados y son obra de los más prestigiosos diseñadores y astilleros. Muchas de estas embarcaciones están construidas a partir de maderas nobles como teka y caoba, y sus aparejos son originales o una réplica perfecta.
Las regatas se disputarán en tres jornadas, entre el 28 y el 30, de agosto, y el espectáculo en el mar está asegurado, ya que se disputa en una zona que goza de gran variedad de vientos. En esta ocasión, la organización ha solicitado permiso para situar la línea de llegada en el interior del puerto en alguna de las regatas, siempre que el tiempo lo permita. Esto dará al público la oportunidad de ver y disfrutar más de cerca de la espectacularidad de la prueba.
Barcos con historia
Muchos de los barcos que participan en la regata forman parte de la historia. Han sido testigos de importantes acontecimientos del siglo pasado y esconden abundantes y curiosas anécdotas. No faltará a la cita menorquina el barco que en su día perteneció a John F. Kennedy, el Manitou, diseño de Olin Stephens,y que fue elegido por el presidente de los Estados Unidos por su elegancia y belleza. Kennedy era un apasionado de la vela. En la habitación de The Rice Hotel, en Houston, donde se alojó la noche antes de ser asesinado en Dallas, se encontró después del magnicidio el que al parecer es su último dibujo, precisamente el boceto de un velero, muy parecido al Victura, el barco que fue regalo de sus padres para su 15º cumpleaños.
El Eilean es otro miembro distinguido del selecto club que estará en Menorca. Es un ketch bermudiano, construido en 1936, de 22 metros de eslora y 4,5 de manga, y con dos mástiles de 18 y 28 metros. En abril de 2006, Angelo Bonati, empresario italiano presidente de la firma de relojes de lujo, Panerai (patrocinador de la regata), se topó en la isla de Antigua, en el mar Caribe, con el moribundo Eilean. Lo compró. En 2009 tras ser restaurado en los astilleros Francesco Del Carlo, en Viareggio (Italia), regresó al mar tal como William Fife lo había concebido 70 años antes.
Una flota de lujo
La flota quedará dividida en cuatro clases: Época (barcos botados antes de 1950), Clásicos (entre 1950 y 1975), Espíritu de Tradición (veleros de construcción moderna que conservan líneas clásicas) y Grandes Barcos (con eslora superior a los 23 metros).
Entre estos últimos, los big boats estará el legendario Moonbeam IV (1914), de 35 metros, que celebrará su centenario durante la regata y que fue el barco donde pasaron la luna de miel Rainiero de Mónaco y Grace Kelly. La embarcación de mayor eslora será el Elena of London, un impresionante velero de 55 metros que fue construido en 2009 en la Factoria Naval Marín, recreación de un histórico barco que venció en la Transatlantic Race de 1928.
La Armada italiana estará presente con siete unidades: el Capriccia (1963), el Corsaro II (1960), el Stella Polare (1965), el Sagitario (1972), el Chaplin (1974) y el Géminis (1984). También acudirán a la cita algunos veleros de gran importancia patrimonial inéditos en el Trofeo Panerai: el británico Marigold (1892), un diseño de Charles Nicholson que bien podría ser el más antiguo de la flota, o el americano SIF (1894), creado por L. Hansen. Ambos competirán en la clase Época y se medirán al ganador de la edición 2013, el Chinook (1916), armado por Graham Walter.
La Copa de Rey-Vela Clásica de Menorca es la única prueba española del prestigioso Trofeo Panerai Classic Yacht Challenge que este año celebra su décimo aniversario con el lema: Diez años de pasión.
Una pasión que reúne a la más impresionante flota de embarcaciones históricas jamás vista en la isla. Un espectáculo visual y deportivo de primer nivel en el que Menorca vuelve a ser escenario de la regata de vela clásica más espectacular del Mediterráneo.
Babelia
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