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Aluvión de reflexiones

En 'Mr. Smith', Juha Seppälä conecta y entrecruza diferentes líneas narrativas

En San Petersburgo empieza la novela de Seppälä.
En San Petersburgo empieza la novela de Seppälä.Carma Casula (Getty Images)

"El ser humano es un riesgo", afirma el narrador omnipresente de esta novela del finlandés Juha Seppälä, nacido en 1956. Y añade más adelante siguiendo el hilo de sus devaneos narrativos y sus digresiones históricas: "El gran camino de la vida es andar inexorablemente de unas repetidas catástrofes económicas a otras". Aunque lo pueda parecer, esta novela tiene poco de sociológico y mucho más de literario. Empieza en la nieve de San Petersburgo, avanza con el negocio de pieles por Turku y Viborg hasta llegar a las costas de América. Los personajes aparecen y desaparecen del escenario con agilidad de prestidigitador sin que el lector atento, al principio algo desorientado, llegue a perderles la pista, y en cambio se encuentre cómodo con sus idas y venidas en el tiempo y en el espacio.

Smith, el narrador, se presenta como alguien dispuesto a resolver toda clase de problemas, sean modestos o de veras peliagudos, emocionales o materiales, aunque nunca le vemos resolver ninguno en particular. Parece que más bien tenga olfato para identificarlos, dejar que se muestren. Y así nos presenta al periodista Orvo Manninem que tras su jubilación no sabe a qué dedicarse, pues ya todo es digital y él sigue aferrado a unas páginas zarandeadas por un viento furioso, imparable; a su hijo, que trabaja en la telefonía móvil. Y luego al escritor Erkka Torro, que está metido en un verdadero problema de creación, pues ya no sabe de qué ni para quién escribir. Este último asunto ofrece a Smith un verdadero aluvión de reflexiones. Ataca la escritura de consumo, los libros inflados e intercambiables, el problema de la trama y el género literario. A veces parece un tanto sentencioso e incluso puede llegar a ser pedante, pero cumple con su objetivo: identificar el problema, o uno de ellos. Se da cuenta, por ejemplo, que la verdadera literatura es incómoda y en el fondo no interesa a nadie excepto a su autor. Que la literatura "es un recipiente lleno de pulgas de origen desconocido que escapan a nuestro control".

Puede pensarse que en realidad se está defendiendo, pues su relato carece de eso que se llama "trama" o al menos un crimen. En el fondo no es así, pues las diferentes líneas narrativas de Mr. Smith tienen puntos en común, se entrecruzan y avanzan gracias al estilo que Seppälä despliega con soltura y determinación, quizá a veces demasiada.

Toda la novela conecta con la tradición narrativa occidental, se mira en un espejo mellado que puede resultar abrumador y sin sentido para lectores que buscan una historia sencilla, lineal. No en vano Torro ha escrito la novela titulada Negro y rojo, los colores de Carelia, tan presentes en los paisajes del relato. Smith se pasea por Los Ángeles y nos cuenta cómo el señor Smith salvó a Briscilla de morir ahogada, y cómo encontró a Rane. Finlandia, Rusia, California; 1918 y el presente nebuloso y apocalíptico: todo este caleidoscopio narrativo solo nos exige que leamos sin prejuicios, ni expectativas. Vale la pena.

Mr. Smith. Juha Seppälä. Traductores U. Ojanen y R. García Anguita. Meettok. San Sebatián, 2014

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