Un maestro de la crítica en imágenes
Cuando, el pasado mayo, Harun Farocki estuvo en Barcelona para presentar la videoinstalación multipantalla Parallel I-IV, en la galería Àngels, nadie hubiese podido presagiar que sería su último viaje a España. Lleno de ideas y energía, desde hace unos años Farocki multiplicó su presencia en muestras, festivales y eventos culturales, compartiendo en cursos, conferencias y talleres su saber sobre el lenguaje de las imágenes.
Farocki se formó durante la década de 1960 en la Academia del Cine de Berlín. Sus primeras obras, 16 mm en blanco y negro, son verdaderas joyas de la cinematografía agit-prop. Tras su pronta ruptura con la vanguardia histórica del cine alemán, representada por autores como Wim Wenders, Rainer Werner Fassbinder o Volker Schlöndorff, la singularidad de su aproximación artística le aleja de las salas cinematográficas, empujándole hacia un entorno de museos, galerías y festivales de arte, que culminará en 2007 con la participación de la videoinstalación Deep Play en la Documenta de Kassel. “Un día me dijo medio en broma que en todo el mundo se cerraban cines, pero se abrían museos”, recuerda su galerista Emilio Álvarez, de Àngels Barcelona.
Consciente de que “las palabras son armas de papel”, decide conducir su guerra personal enfrentándose, cámara en mano, a la hegemonía de las imágenes dominantes para analizarlas, estudiarlas y criticarlas. El reconocimiento le llega en 1990, cuando con Cómo vivir en la República Federal de Alemania se impone como una de las puntas de lanza del nuevo cine experimental y dos años después, en colaboración con Andrei Ujica, estrena el subversivo Videograms of a revolution, que contribuye a convertirle en un mito del cine alternativo. La introducción de las nuevas tecnologías le abre un enorme campo de experimentación que se plasma en la investigación de los sistemas de control y vigilancia y el empleo atípico de los videojuegos, sobre todo de guerra, también utilizados para el entrenamiento militar. En los últimos años se pudo ver en varios museos españoles y en la galería Àngels Barcelona, que exponía regularmente su obra y en 2007 organizó su primera individual en España con obras maestras como Counter-music, compuesta por dos proyecciones sincronizadas, que hilvanan un diálogo entre secuencias de un film de Dizga Vertov e imágenes de cámaras de video-vigilancia. En 2011 presentó la serie Serious game, que combina secuencias grabadas en instalaciones militares estadounidenses con material procedente de simulaciones por ordenador y hace dos meses Parallel, donde además de utilizar fragmentos de populares videojuegos incluye imágenes de animadores trabajando. Haciendo visible la mano de obra involucrada en la producción de estos simulacros algorítmicos, Farocki plasma su convicción de que el cineasta puede superar la brecha entre trabajo intelectual y manual. Además de estrenar Parallel, el pasado mayo, Farocki presentó Desconfiar de las imágenes (editorial Caja Negra), su único libro traducido al español.
Como se puede leer en su pagina web, a diferencia de muchos artistas de los años sesenta, nunca se dejo transportar por la amargura y la nostalgia. Por el contrario era risueño, amaba el futbol, la cerveza, sus cigarrillos y viajar por el mundo con su compañera Antje Ehmann.
Babelia
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