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Crystal Fighters convoca a la tribu

La banda londinense conquista la segunda jornada del 101 Sun Festival con su rock tribal

Crystal Fighters, anoche en Málaga.
Crystal Fighters, anoche en Málaga.HUGO CORTÉS

Despertaron a los muertos. Bastaron dos golpes de Solar system para que Crystal Fighters pusieran a saltar a las 11.000 personas reunidas en la primera edición del 101 Sun Festival. Vestido de blanco y tocado con un penacho de plumas, como un mozo de sanfermines amazónico, el vocalista Sebastian Pringle salió a ejercer de chamán para la tribu flanqueado por Laure Stockley y Mimi Borelli como sacerdotisas. Los acólitos se esperaban ese rito (el escenario decorado con enredaderas, tótems de madera y la famosa txalaparta vasca que han incluido poco ortodoxamente en su sonido), pero la escena sorprendió a los no iniciados, los menos en el Estado de Atletismo.

Sobre todo extrañó el sermón del guitarrista Graham Dickson: “El futuro es una percepción, esto es la realidad”, dijo, invitando a mirar a la luna llena. Además del new age reinventado, el grupo, menos preciso pero más enérgico en directo, puso en escena su pequeña colección de grandes éxitos, desde el ruidoso I love London hasta el ukelele de Plage, pasando por Love is all I got o You & I.

Hasta entonces, el público no se había levantado realmente. Los B.R.M.C. llegaban perseguidos por una considerable legión de seguidores (durante el festival se podían ver tatuajes con el logo del grupo o su conocida calavera). Pero su espectáculo, que prometía rock cañero, fue disipando las expectativas de un público necesitado de adrenalina a medida que avanzaba la actuación. Vestidos de negro riguroso como acostumbran, cazadora de cuero y patillas de rockero clásico, el repertorio discurrió por sus temas más calmados y oscuros. Algunos asistentes optaron por hacer corrillo sentados sobre el césped hasta el esperado fin de fiesta de Crystal Fighters. Los que aguantaron fueron premiados con un muy agradecido Whatever happened to my rock’n’roll, que dio paso a una traca de algunos de los temas más conocidos de la banda, que cerró con un Spread your love tocado junto a la valla de seguridad.

Los festivales hacen extraños compañeros de cama. Los B.R.M.C. estuvieron precedidos por Amaral, el grupo que más desentonaba en un festival en el que, por planteamiento, cabe casi cualquier tipo de pop-rock. El público, que parecía más entusiasmado en la jornada anterior con Lori Meyers (análogos a los zaragozanos en posición en el cartel y casi en horario), se acabó animando con los temas más conocidos de la banda. Salir corriendo, Cómo hablar, Moriría por vos o Estrella de mar (que han cumplido ya más de una década) salpicaron un concierto que tuvo su clímax en Revolución.

El 101 Sun Festival cerraba con una combinación de conciertos que resultó menos animada que la del día anterior, pese a la euforia final de Crystal Fighters y el divertido broche de los DJ Kill the hipsters. El público parecía tan relajado como la organización. Los promotores calculan que los 11.000 asistentes al evento (un 40% de otros lugares de España y en torno a un 8% de extranjeros, sobre todo de Reino Unido y Alemania) han generado entre 4.000 y 5.000 pernoctaciones hoteleras y dos millones de euros de ingresos para la ciudad. El primer Sun Festival cierra el domingo a mediodía con Dorian, grupo sorpresa que no se conoció oficialmente hasta la noche del sábado. “Podemos asegurar que habrá 101 Sun Festival en 2015”, prometía la organización. Un nuevo miembro en la familia.

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