‘Hamlet’ y los criados gallegos
El Festival de Almagro ofrece una revisión italiana de la obra de Shakespeare y un espectáculo cómico, didáctico y metateatral de la compañía galaica Mofa e Befa
Representar los clásicos tal cual son o refundirlos, he ahí el dilema. Andrea Baracco, Quico Cadaval y Borja Rodríguez, directores respectivamente de Hamlet, Bobas & gallegas y La hermosa Jarifa, estrenos de estas primeras jornadas del Festival de Teatro Clásico de Almagro, han preferido todos ellos pasar por el crisol los textos en los que se basan sus montajes. Bobas & gallegas ofrece al público un panorama transversal de la figura del criado en el teatro áureo, a través de varias piezas de Andrés de Claramonte, Calderón, Lope de Vega y Juan de Zamora. La hermosa Jarifa cuenta una historia de amor en tiempos de la Reconquista, a través de una novela morisca anónima, de la reelaboración que de ella hizo Antonio de Villegas y del romancero, entre otras fuentes. El Hamlet de Baracco, estreno absoluto, recorre la obra original de Shakespeare a salto de caballo o de rayuela.
El espectáculo del joven director italiano, ganador del certamen Almagro Off en 2012 con su versión de Julio César, reúne secuencias poderosas (la cabalgada de los protagonistas por las crestas de una estruendosa montaña rusa, símbolo de los altibajos del poder, filmada desde su vertiginoso punto de vista), imágenes inspiradas (la de la silueta de Gertrudis recortada contra una luz fría intensa, sentada con sus piernas recogidas bajo la falda sobre una mesa bidimensional, podría pertenecer a cualquier espectáculo de Robert Wilson, aunque la estética y la temperatura generales del montaje recuerden más bien las del Hamlet glacial del lituano Eimuntas Nekrosius) e ideas seductoras (identificar las calaveras que el príncipe y Horacio encuentran en el camposanto con personas del público a las que enfocan con un haz de luz), pero no acaba de ofrecer una visión renovada, clara y atractiva del conjunto de la obra.
Archisabida la trama, pasado el impacto plástico que el espectáculo produce al principio, es el esforzado trabajo de estos buenos actores italianos lo que mantiene vivo el interés del público, entretenido también en identificar las alteraciones, soldaduras, adiciones y variaciones que Baracco introduce en el texto original con una intención que se nos escapa: el monólogo celebérrimo del príncipe danés no se dice aquí hasta el final y por boca de Horacio, sin que tal cambio aporte nueva luz y significado. Acaso lo que pone de relieve esta relectura de la pieza de Shakespeare es que la penosa indagación de la verdad de la muerte de su padre no deja al príncipe de Dinamarca tiempo ni espacio mental para el amor.
En el extremo opuesto del arco escénico, Bobas & gallegas es un divertimento que, a partir del encuentro metateatral entre dos criados del noroeste peninsular que aparecen en escena surgidos de la bruma de los tiempos (como los dos actores del Ñaque de Sanchis Sinisterra), hace una reflexión breve, cáustica y con pasajes sumamente divertidos sobre el carácter galaico y el papel del gracioso en el teatro áureo, y la ejemplifica con escenas de La Estrella de Sevilla y con la mojiganga calderoniana Las visiones de la muerte. Todo lo cual resulta un pretexto excelente para que Evaristo Calvo y Victor Mosqueira, cuyas fisonomías se corresponden con las que la tradición teatral ha acuñado para las figuras de amo y criado, ofrezcan un afinado recital cómico didáctico en el que tocan buena parte de la paleta de recursos del teatro de patio de comedias y en el que usan el de Almagro de manera muy próxima a como debió de utilizarse durante el Siglo de Oro en la representación de bailes y entremeses.
Babelia
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