Fidelidad a un estilo
La metodología de Jean-Pierre Jeunet sigue intacta en su nuevo trabajo, tan travieso como inane, tan brillante como reincidente

Desde que en 1989 y antes de debutar en el largo Jean-Pierre Jeunet encontrara su sello de estilo con el exquisito corto Foutaises, en el que Dominique Pinon enumeraba ejemplos de cosas que le gustan y le disgustan, esa narrativa fragmentada, casi siempre acompañada de un plano en gran angular y de una serie de aditamentos formales (especial uso de la música, gráficos, sonidos de posproducción...), perfectamente moldeables con su modo de relatar, entre lo cotidiano y lo estrambótico, y con mucha voz en off, se ha ido repitiendo a lo largo de (casi) toda su carrera. Una metodología que sigue intacta en la tan traviesa como inane, tan brillante como reincidente, El extraordinario viaje de T. S. Spivet, con la que recupera parte de sus mejores esencias tras la irregular y algo impúdica Micmacs (2009).
Como en Amelie (2001), Jeunet se beneficia de la irresistible empatía que provoca su protagonista, un niño prodigio de 12 años de la América profunda que ha logrado un premio de una institución científica, que lo cree adulto, y del estilo editorial de la novela en la que se basa, con continuos mapas, gráficos e ilustraciones en los márgenes, perfectos para las fabulosas desconexiones narrativas del francés. Sin embargo, la contrapartida de ser fiel al modelo es que esos estallidos de creatividad ya no sorprenden tanto, aunque esta vez vengan acompañados de las tres dimensiones. La originalidad comporta novedad, y aquí ya no la hay.
EL EXTRAORDINARIO VIAJE DE T. S. SPIVET
Dirección: Jean-Pierre Jeunet.
Intérpretes: Kyle Catlett, Helena Bonham Carter, Judy Davis.
Género: comedia. Francia, 2013.
Duración: 105 minutos.
Babelia
Sobre la firma

Crítico de cine de EL PAÍS desde 2003. Profesor de cine para la Junta de Colegios Mayores de Madrid. Colaborador de 'Hoy por hoy', en la SER y de 'Historia de nuestro cine', en La2 de TVE. Autor de 'De Blancanieves a Kurosawa: La aventura de ver cine con los hijos'. Una vida disfrutando de las películas; media vida intentando desentrañar su arte.