50.000 espectadores se apuntan al ‘plan gratis’ de Paco León
El director vuelve a ofrecer imaginativas fórmulas de exhibición: tras lanzar ‘Carmina o revienta’ de forma simultánea en DVD, Internet y salas, el martes ofreció gratis en 125 pantallas ‘Carmina y amén'
Paco León ya avisó: que el tamaño de la producción variara, que pasara de dirigir una película autofinanciada de 50.000 euros —el coste de Carmina o revienta— a un largometraje con Telecinco Cinema detrás (650.000 euros, el presupuesto de Carmina y amén), no iba a cambiar sus ganas de dar vidilla a la promoción de su trabajo. Ayer 125 salas de cine de las 140 que hoy estrenan su segundo filme como director dejaron entrar gratis al público que quisiera ver las nueveas andanzas de Carmina Barrios. Y León contaba: “No tendremos datos hasta el cierre de las sesiones, pero sí he visto fotos por Twitter de colas. Yo espero que se llenen, confío tanto en la calidad de la película como para que provoque un boca a oreja monumental que empuje a la gente a verla”. Y fue bien: fueron 50.000 personas, más de la mitad de los espectadores que visitaron las salas españolas, porque el resto de las películas, las de pago, sumaron 49.200 entradas vendidas.
50.000 personas vieron gratis la película el martes, más de la mitad de los espectadores totales que fueron al cine
Carmina o revienta obtuvo 60.000 visionados en Internet, vendió más de 70.000 copias del DVD y se estrenó en apenas 20 salas con 17.000 entradas. En total, la película fue vista por 279.000 espectadores y obtuvo una recaudación de 664.000 euros. Ahora no ha podido repetir el lanzamiento simultáneo, pero a cambio ha regalado a sus fans una “jornada de puertas abiertas”. “No me molesta que se hable más de esto que de la película en sí, porque entiendo que después Carmina y amén se defenderá sola, que no estoy vendiendo humo. Claro que corremos un peligro, pero también ahí está su esperanza: que la gente le guste, repita, lo cuente”.
El director ha rodado igual que en la primera: “Con dos cámaras, me he radicalizado en mi estilo, he dejado que pasaran las cosas que tenían que pasar entre los actores. He arriesgado en la estructura narrativa y me la he jugado en la mezcla de géneros, tragedia y comedia”.
Espero provocar un monumental boca a oreja que empuje a verla a más gente
Reconoce que le ha costado más ahora encontrar apoyos en sus gamberradas industriales: “Yo sabía que lo que hice en mi debut solo se podía con una película de 50.000 euros. Así que nunca me planteé la repetición. Sí decidí ser fiel al espíritu carminista y puse esa condición a Telecinco para aceptar el proyecto. Ellos sí fueron complices, junto con la compañía distribuidora (A contracorriente). Los exhibidores fueron más reticentes. Es más, no todos se han apuntado a ese juego. Preparé una proyección especial para ellos, les hice un stevejobs [risas], un discurso cara a cara para contarles lo que me rondaba por la cabeza y convencerles de que teníamos objetivos comunes: todos deseamos que la gente vaya al cine, que disfrute de películas en las salas. Hay que aunar dos líneas: las necesidades del público porque los españoles han perdido poder adquisitivo, el cine es caro y les cuesta trabajo pagar por ver películas, con las necesidades de la industria. Buscar iniciativas que rompan con lo tradicional y que atiendan a las dos necesidades era lo más complicado. Creo que nosotros lo hemos hecho”.
El sevillano ha jugado hábilmente varias cartas: su película no ha recibido (como la primera) ayudas oficiales, el martes es un día muy flojo en asistencia a las salas españolas, y más ayer que competía con un Bayern de Múnich-Real Madrid de fútbol, partido de vuelta de semifinales de la Liga de Campeones. “Vamos, un día en que a priori no se entra en los cines ni a pedir la hora [risas]. En realidad, me importa mucho el concepto de hacer evento, de empujar a la audiencia a que vaya a las salas porque es gratis, porque es la Fiesta del Cine, porque es el día del espectador... Por lo que sea. Pero que se animen a convertir en habitual el evento de visitar las salas. Y está claro que la gente responde”.
Ahora queda, primero, ver la reacción ante la oferta gratuita, y la asistencia pagando, después. Es difícil que el resultado influya en el pensamiento de Paco León, que quiere seguir dirigiendo: “No sé en qué estilo, pero la dirección me ha conectado con cosas que me interesan. También me he pasado a la producción, no por vocación sino por necesidad. Si quieres hacer una película a tu manera, mejor encárgate tú. Me ha picado el gusanillo, pero es cierto que me han picado tantos gusanillos en la vida...”.
Babelia
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