El Oscar corona a ‘La gran belleza’
La película de Paolo Sorrentino se lleva el galardón al mejor filme de habla no inglesa Italia es el país que más veces ha obtenido este premio
Hacía 15 años. Entonces fue “Robertooooooo” Benigni, con las tres estatuillas de La vida es bella y el grito de Sophia Loren al entregarle el premio al mejor actor protagonista. Tres lustros después, Italia vuelve a recoger un Oscar a la mejor película de habla no inglesa, esta vez gracias a Paolo Sorrentino y a La gran belleza, retrato de una espléndida y decadente Roma donde los vacuos y engreídos miembros de la supuesta alta sociedad arrastran su existencia surrealista.
"Gracias a mis fuentes de inspiración: Talking Heads, Scorsese, Maradona y Fellini. Gracias a Nápoles y Roma", ha dicho Sorrentino al recoger el premio. La noticia ha multiplicado el tamaño de los titulares y la alegría de los medios italianos. "Triunfo Italia", titula su web La Repubblica. "Es 'Gran belleza' en Hollwyood", proclama Il Corriere della Sera.
En el fondo, todos los indicios hacían prever este desenlace. El cineasta italiano lleva meses en Los Ángeles, y ya se sabe que una buena promoción cuenta casi tanto como una buena película. Y, además, mirando la hemeroteca se descubre que Italia es el país que más veces ha ganado el Oscar al mejor filme extranjero. Entre muchos triunfos entre los sesenta y los ochenta, y tres en las últimas décadas, el total reza 14, incluida la estatuilla de hoy. O más bien 11, si se prefiere empezar a contar solo desde 1957, cuando el premio dejó de ser honorario y empezó a incluir nominaciones y competición. El segundo puesto está ocupado por la Francia de La vida de Adèle, con 12.
Pero la posible gran rival de Sorrentino hoy no competía, por razones de fecha de estreno. Como decía el propio cineasta italiano, hasta ahora su filme se repartía los premios con La vida de Adèle. Palma de Oro para la obra de Abdellatif Kechiche; premios del cine europeo para Sorrentino. Galardón de los críticos internacionales (FIPRESCI) para el amor y desgarro entre dos lesbianas; Globo de Oro y Bafta para el dandy Jepp Gambardella. Hasta hoy. Oscar a La gran belleza. La vida de Adèle lo intentará el año próximo.
Más razones que ayudaban a dar la La gran belleza por favorita: ha recaudado en Estados Unidos dos millones de dólares (poco menos de un millón y medio, en euros), siendo con diferencia la más vista de las cinco obras que compiten en el apartado de habla no inglesa. Lo mismo ocurrió con los académicos: en el primero año en que no estaban obligados al visionado de todas las cinco películas de esta categoría, las filtraciones de los días previos contaban que La gran belleza había sido la más vista.
Quizás también ayudara al recorrido del filme su evidente relación con La dolce vita, a la que el largometraje de Sorrentino recuerda o incluso homenajea en varios momentos. Federico Fellini es, junto con Vittorio de Sica, el director italiano que más veces sedujo a la Academia de Hollywood, aunque no con su obra más conocida. El cineasta obtuvo el Oscar a la mejor película de habla no inglesa por La strada, Las noches de Cabiria, Amarcord y Ocho y medio.
La gran belleza sigue la vacua existencia de Jepp Gambardella, 65 años pasados entre fiestas en su ático con vista al Coliseo, paseos nocturnos por la capital y reuniones con su círculo de amigos enriquecidos, tan encantados de conocerse como del lujo en el que viven. Por ello, y por sus críticas a la sociedad italiana, entre otras razones, La gran belleza ha sido atacada en su país. “Algunos se han dado por aludidos y se han cabreado por no haber sido descritos en todas sus virtudes”, decía Sorrentino en un vídeo previo a la gala en la página web de La Repubblica.
El cineasta demuestra al menos llevar las críticas bastante mejor que el protagonista de su filme, el actor Toni Servillo. El intérprete, preguntado en enero en una rueda de prensa por los ataques contra el filme, mandó “a tomar por culo” a la culpable de tan atrevida cuestión. Desde luego no fue una gran belleza.
Babelia
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