Frida Giannini explora el patrimonio de la casa. La colección, rica en pieles y tonos pastel, recupera la silueta de los 60
La piel (de diferentes colores) fue uno de los hilos conductores del desfile. No solo se presentó en vestidos completos, sino también como detalles en las solapas de las camisas o en los bolsos.Antonio de Moraes Barros Filho (WireImage)Todas las prendas de la colección creada por Frida Giannini adquieren una unidad cromática gracias a la dulcificación de los colores: del rosa palo al verde menta.Antonio de Moraes Barros Filho (WireImage)El clásico bolso Jackie, uno de los emblemas de la firma, se presenta esta temporada deconstruido y en piel de becerro. Su cierre de pistón transita hasta otros de los bolsos presentados en la colección. Antonio de Moraes Barros Filho (WireImage)El minivestido bordado sustituye al traje largo, y las botas hasta la rodilla invaden el terreno de los zapatos de salón. Estas prendas incorporan un juego de cristales ahumados y pintados a mano que se iluminan al caer la noche. En lugar de infinitos 'stilettos', Giannini ha preferido vestir a sus modelos con botas de pitón de caña alta, recuperando la estética de los años 60.Antonio de Moraes Barros Filho (WireImage)Frida Giannini, que este año celebra su duodécimo en Gucci (primero controlando los accesorios y, desde 2006, como directora creativa de la firma), ha querido en esta colección volver a repasar el patrimonio de la casa. "Sentía la necesidad de materializar la esencia de Gucci. Anhelaba la precisión, las líneas puras con materiales preciosos y una nueva paleta de colores. Esto es glamour en estado puro", explica.Venturelli (WireImage)
