Ronny Jordan, infravalorada guitarra del ‘acid jazz’
El músico británico se convirtió en un símbolo del súbgenero nacido a principios de la década de los noventa
El mundo del jazz ortodoxo tendía a mirarle por encima del hombro. Jordan, se decía, no es un “auténtico” músico de jazz; lo suyo es el smooth jazz, un jazz impuro, de segunda categoría... escuchándole tocar So what, el clásico de Miles Davis, en directo, en el Stranger Than Paranoia Festival de Tilburgo, Holanda (accesible en YouTube), resulta difícil entender los motivos que mueven a quienes, hasta hoy, siguen empeñados en negarle el pan y la sal a quien era capaz de dejar al oyente sin resuello interpretando una música que recoge el legado de los grandes guitarristas del jazz y el funk de la historia. Por donde, Ronny Jordan falleció el pasado 14 de enero en la ciudad que le vio nacer, Londres, por causas que no se han dado a conocer. Contaba 51 años de edad.
Ronald Laurence Albert Simpson había nacido un 29 de noviembre de 1962 en el seno de una familia de origen jamaicano. Su padre, predicador, le tuvo sometido a una rigurosa aunque variada dieta musical, de la que únicamente estaba excluido el “pecaminoso” reggae. A hurtadillas, Jordan escuchaba a Bob Marley, que terminó convirtiéndose en uno de sus primeros ídolos.
Sus primeros pasos musicales los dio como cantante de góspel. Con 13 años descubrió el jazz y a los guitarristas de jazz: Charlie Christian, Wes Montgomery, Grant Green y George Benson. Con paciencia y sin otra ayuda que los discos empezó a interpretar su música, primero con el ukelele, luego a la guitarra. Del jazz al funk: Jordan se subió al carro del género convertido en moda en la Inglaterra de los ochenta. Su estilo, por entonces, viajaba entre Wes Montgomery y Sly Stone hasta confluir en un punto común a ambos, lo que contribuyó a cimentar la leyenda del guitarrista que a poco estaría compitiendo con los mejores intérpretes del instrumento en su país y los Estados Unidos.
La explosión del acid jazz británico principiando los noventa le tocó de pleno. Jordan, por entonces un solicitado músico de sesión, se convirtió en portavoz de un movimiento definido menos por el contenido musical un tanto ambiguo, que por la actitud de quienes lo practican y sus seguidores. Con su primer single, After Hours, editado en 1992, el futuro astro de la guitarra ayudó a definir la mezcla de jazz, hip hop y rhythm & blues que distinguiría al acid jazz. Su posterior y no menos exitosa versión del tema de Miles Davis, So what, terminó de abrirle las puertas de las compañías discográficas, hasta entonces reticentes a su música. Ese mismo año publicó su álbum de debut, “Antidote”, en el que dejaba definitivamente sentada su condición de intérprete y compositor: "yo toco “jazz urbano”, insistía por entonces el guitarrista, una de cuyas mayores cualidades era la de estar en el lugar adecuando, en el momento oportuno.
Jordan estuvo ahí, junto al proteico Gurú y su colección de all stars convocados al efecto (Lonnie Liston Smith, Branford Marsalis, Donald Byrd, Roy Ayers…), en su Jazzmatazz, Vol. 1, editado en 1993, y considerado unos de los discos fundacionales del “acid jazz”. Sería nuevamente convocado para participar en la colección Stolen Moments: Red Hot + Cool, publicada al año siguiente con no menor éxito, también con la participación de notables artistas del género y afines.
Sus discos como líder se sucedieron: Quiet Revolution, de 1993; Light to Dark, editado 3 años más tarde; o Brighter Day, del año 2000, por el que fue nominado a un premio Grammy al mejor álbum de jazz contemporáneo. Habitual de las listas de la revista Billboard, Ronny Jordan fue galardonado con el premio MOBO a la mejor actuación de jazz y con el premio Gibson como mejor guitarrista de jazz.
Babelia
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