A Juan Gelman: desde el fondo de un espejo
Alejo Stivel, cantante y compositor argentino, recuerda al poeta fallecido
En 1964, cuando Alejo Stivel tenía cinco años, Juan Gelman le dedicó un poema que vivió para siempre en su casa, incluso en el exilio español, tras el asesinato de su padre, el periodista y poeta Paco Urondo. Después de la muerte de Urondo, Gelman fue uno de aquellos amigos que acogieron a Stivel como padres o tíos. A ese poema se refiere el creador de Tequila en este texto de homenaje a su amigo muerto.
Conocí a Juan antes de tener uso de razón.
Él era el mejor amigo de mi papá, Paco Urondo, eso se traduce en que fue como un tío para mí.
Durante años hubo en mi casa de la calle Venezuela en Buenos Aires, un sofá que él eligió para dormir alguna que otra noche.
Su voz siempre pausada, grave y a volumen muy bajo, me arrullaba y me inducía al sueño cuando desde mi habitación oía las charlas de mis mayores sobre política, literatura, o la vida en general.
Alguna vez también he tenido el privilegio de empezar a soñar abandonando la escucha de su particular manera de decir la poesía. Austera y socarrona.
Tenía una extraña mezcla de ternura y frialdad.
Su risa me contagiaba con la fuerte expresión de sus ojos, siempre a punto de salirse de sus órbitas.
También lo recuerdo impertérrito, enfrascado frente a la máquina de escribir (en ese entonces en las redacciones no había computadoras) mientras los chicos jugábamos y molestabamos a todos los periodistas en la redacción del diario La Opinión.
Antes de sacar el primer disco de Tequila, yo me emperré (sin éxito) en cambiarle el nombre a la banda.
Estuvimos toda una noche buscando un nombre nuevo, hicimos una larga lista y finalmente el nombre que elegimos para volver a desechar y adueñarnos definitivamente de Tequila era el título de un poema suyo que se llamaba Sefiní.
Siempre me he quedado con la espina de aquél posible nombre como homenaje a Juan.
Qué gracioso hubiera sido que Tequila se llame Sefiní.
Cuando yo tenía cinco años, en una de esas temporadas en las cuales él usaba mi casa de refugio emocional o político, me escribió un poema.
Mi madre lo puso junto a una foto-retrato mía, lo amplió, hizo copias, las enmarcó y las repartió entre sus más íntimos amigos.
Toda la vida he sentido que ese poema fue mi conexión con Juan para siempre.
A pesar de pasar varias y largas temporadas sin vernos, Juan me saluda cada día desde el otro lado del poema. Desde el fondo de su espejo.
* Alejo Stivel es cantante, compositor y productor musical argentino y voz de la banda Tequila.
En donde vive Alejo
ni en el mar ni en el aire;
en un espejo
cuando se abre la mañana
Alejo sale y
sonríen todas las ventanas
pero él vive en el fondo de un espejo
en el aire, en el mar
todos lo quieren y
lo vuelven a extrañar
pero él vive en el fondo de un espejo
no en el que nos miramos
sino aquel que nos mira
como Alejo
Juan
18 de junio de 1964
Babelia
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