Shakespeare domina Nueva York
Más de media docena de producciones abordan las obras del clásico con propuestas que incluyen desde estrellas de Hollywood a ordenadores
Hay quien piensa que la selección de determinadas obras del maestro Shakespeare, los montajes que cada año llegan a escena, sirve como termómetro cultural. La popularidad o moda de determinadas piezas frente a otras puede aportar información relevante sobre el momento presente, una inclinación hacia la comedia o la tragedia, una preocupación política o la necesidad de subrayar duda o traición. El caso es que este otoño la cartelera de Nueva York ofrece tanto Shakespeare que la lectura bajo este prisma resulta ecléctica y diversa.
En Broadway está el actor Orlando Bloom acompañado de la aclamada joven actriz afroamericana Condola Rashad en una de las dos producciones de Romeo y Julieta que han llegado a los escenarios. La otra ha sido una elogiada producción protagonizada por Elizabeth Olsen, en la que el actor de Anatomía de Grey, T.R. Knight daba a voz a Mercurio. Ethan Hawke también ha dado un paso al frente. Más que en un romance el protagonista de Antes del anochecer se sumerge en la obsesiva ambición que recorre Macbeth –acompañado por la británica, protagonista de la serie Shameless, Ann Marie Duff– en un montaje que se estrena mañana en el Lincoln Center. El multipremiado director Jack O’Brien ha situado la obra en el territorio de las pesadillas y ha hablado de la conexión entre la serie Breaking Bad y su nuevo montaje: “Macbeth es también un buen hombre que va hacia el mal, pero él sigue y sigue adelante”.
Calificada de clase magistral por los críticos, la interpretación del americano experto en Shakespeare, Mark Rylance se ha convertido en apenas dos semanas en todo un fenómeno. El actor interpreta a Olivia en Noche de Reyes y a Ricardo III, en las dos producciones que se alternan en el cartel del Belasco Theater. Las producciones siguen el modelo isabelino y así todo el reparto es masculino, y en él destaca también el actor Stephen Fry. “Así es como se debe hacer una obra de Shakespeare”, ha sentenciado el crítico de The New York Times Ben Brantley.
En el extremo opuesto del espectro, en cuanto a clasicismo y fidelidad se refiere, se sitúa el Hamlet concebido por la artista multimedia Annie Dorsen. A Piece of work. A machine-made Hamlet es una de las producciones más vanguardistas y osadas de la temporada, una pieza que mezcla teatro e inteligencia artificial, y que llegará al escenario del Brooklyn Academy of Music el 18 de diciembre. Esta producción-performance descompone la obra de Shakespeare por medio de un algoritmo que lanza distintas combinaciones de versos, luces, música e imágenes cada noche. El legendario Joan McIntosh y Scott Shepard alternarán la interpretación del único papel que recoge esta singular visión del príncipe danés.
Babelia
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