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CANAL TCM

Una noche con Dustin Hoffman

¿Qué hombre se esconde realmente detrás del protagonista de 'El graduado', 'Cowboy de medianoche' y 'Rain man'?

¿Qué hombre se esconde realmente detrás del protagonista de El graduado, Cowboy de medianoche y Rain Man? ¿Cómo ve su carrera después de más de cinco décadas de profesión? ¿Qué piensa del triunfo y del fracaso alguien que ha ganado dos Oscar y tres BAFTA? ¿Dejará de aparecer delante de la cámara para situarse, cada vez más, detrás de ella?

El viernes 18 de octubre Dustin Hoffman se confesará ante los espectadores de TCM en un nuevo capítulo de la serie Una vida en imágenes, el programa de entrevistas que produce la Academia Británica del cine y de la televisión (BAFTA). Un espacio en el que el actor repasará su vida y su ya dilatada trayectoria profesional. Además, antes y después de esa entrevista, se emitirán dos de sus películas más conocidas: El graduado y Todos los hombres del presidente.

A lo largo de la conversación, conducida por la periodista Francine Stock, Dustin Hoffman recuerda cómo transcurrió su infancia en California. Nació un 8 de agosto de 1937 en Los Ángeles. “Mi padre era vendedor de muebles. Se había mudado con mi madre y mis hermanos desde Chicago hasta California en los años de la Gran Depresión. Consiguió un empleo en la construcción de las autopistas pero su sueño era trabajar en el mundo del cine. Poco después entró en la Columbia como ayudante en el departamento de decorados, pero cuando yo nací ya le habían despedido”, rememora el actor.

De niño Hoffman estudió piano. Practicaba todos los días mientras sus amigos iban a jugar. Se interesó por el mundo del jazz cuando llegó al instituto pero, tiempo después, un compañero le convenció para que se matriculara en arte dramático. “Eran las únicas clases en las que no miraba el reloj”, dice. Su carrera como actor comenzó a los 19 años, cuando dejó la universidad para unirse a la Pasadena Playhouse. Allí trabó amistad con otro joven intérprete, Gene Hackman. Los dos acabarían viajando a Nueva York en busca de su gran oportunidad. Sin embargo, Hoffman no lo tuvo nada fácil. No era un tipo alto ni tampoco guapo, sino que tenía un aspecto poco convencional para la época. “Fui rechazado de todos los castings a los que me presenté durante casi dos años”, explica el actor echando la mirada atrás.

En 1967 llegó el papel que cambiaría definitivamente su destino: el del joven Ben Braddock de El graduado. “Leí el libro y pensé que el personaje estaba escrito para Robert Redford, de hecho, pensaron en él para protagonizar la película. Era un joven de un metro ochenta de alto, pelo rubio, ojos azules, anglosajón, protestante… Hablé con Mike Nichols y me dijo: el protagonista no es judío y tú lo eres. Quizá es judío en su interior, le respondí yo”.

A lo largo de la conversación, al actor se le saltan literalmente las lágrimas recordando algunos momentos de su vida y de su carrera. Habla de su papel en Tootsie como una oportunidad única que tuvo para explorar su lado femenino, y de la nueva etapa que abrió en su carrera debutando hace un año como director con El cuarteto.

Viendo, en definitiva, Una vida en imágenes, los espectadores se sentirán inmediatamente atrapados por el carisma y el sentido del humor de este gran actor, un intérprete que se ha mantenido en lo más alto de su profesión durante más de medio siglo. Y lo que dure.

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