Iván Ferreiro: “El pop es de clase media”
El músico gallego publica su nuevo álbum, 'Historia y cronología del mundo' Un disco de felicidad elaborada "con toda alevosía"
Historia y cronología del mundo, el nuevo álbum de Iván Ferreiro, suena a felicidad. A alguien que se siente a gusto con su vida. ¿Es un disco de ‘me va bien con mi novia’? “Sí, es un disco de novia. De amor, con toda alevosía. Estoy contento y quería que se notara”, dice el gallego en Madrid, la ciudad de su pareja, adonde se ha mudado. “Llevo años viviendo aquí temporadas, pero en hoteles, lo que tengo ahora es casa”.
Curioso, parece que entre sus amigos es tendencia mudarse a la capital. El último, Ricky Falkner, productor de este álbum. “¿Ya está aquí? Me dijo que se venía de Barcelona, pero aún no hemos hablado. Nos hemos juntado un buen grupo de gente, de músicos que somos amigos”.
Esto es nuevo. Cuando Ferreiro, que ha cumplido 43 este año, empezó, las cosas eran distintas. “El rollo noventero consistía en que los grupos no se hablaban. Llegabas y te metías en tu camerino. Decías ‘hola’ solo si te dabas de frente. Yo, que soy abierto, lo pasaba mal. Joder, tardé años en acercarme a Los Planetas, que ahora son muy amigos, a decirles que me gustaban. Era difícil hasta echar un halago. Había esta cosa tan española de hacer bandos. Ahora se ha normalizado todo”.
Sonríe Ferreiro cuando se le comenta cómo le define Wikipedia. “Cantante español de música indie-pop”. “Es raro. Los Piratas éramos un grupo al que no quería nadie. No nos llamaba ningún festival. Y cuando empecé yo solo, que creo que era mucho menos indie, de repente entré en los festivales por la puerta grande”.
Salen Los Piratas en la conversación. Él lideró entre 1991 y 2004 a este precedente de fenómenos como el de Vetusta Morla: no gustaban demasiado a la crítica, no sonaban en la radio y de golpe eran populares. “Fue extrañísimo, porque cuando desaparecimos fue cuando todo el mundo empezó a hablar como si fuéramos míticos. Cosas que ni recuerdas. Debe de ser como ver tu biopic, donde de repente tienes otro careto. Yo me preguntaba dónde estaba toda esa gente cuando necesitábamos apoyo”.
No le ha ido mal, Desde entonces ha ganado una significativa cantidad de fans. “Mi plan anticrisis fue reducir espacios. Hacer sitios pequeños, tocar más y no quedarme en casa muerto del asco. Yo he tenido un buen año, pero supongo que hace 20 me hubiera pagado la casa y soy un tipo normal que vive al día incluso con un año cojonudo. Está bien, no siento ni un ligero toque amargo. La época de limusinas grandes para países pequeños ya no va a volver. Me conformo con hacer canciones que acompañan”.
Ferreiro gusta o no, quizás porque su estilo es tan definido que hay quien le acusa de hacer siempre el mismo tema. No le han hecho falta éxitos y ha tenido pocos. El mayor fue Años 80, una canción que grabó con Los Piratas. “La hicimos porque nos estaban tocando los huevos desde la discográfica. Querían un puto single. Y nos pusimos y lo hicimos. Tenía cierta maldad: Nos lo pedía alguien que había sido músico en los ochenta y metimos paranoias de esos años. A mucha gente le gusta y no sé ni de que habla”.
Asegura que la mayoría de las veces de lo que habla es de la identidad. “El pop va sobre quién eres y por qué eres así. Básicamente porque es algo de clase media. Algo que haces cuando estás comido y dormido”. Son versos llenos de claves, pueden ser menciones a películas o nombres propios. Por ejemplo, una de las nuevas canciones se llama Bambi Ramone. “Hace un par de años caímos en un bareto y había una chica llamada Bambi con una camiseta de los Ramones. Cuando le preguntamos por qué ese nombre contó algo terrible. Cuando ella tenía 12 años murieron sus padres y todos los niños del cole empezaron a llamarle Bambi. Me parece la más pura definición de crueldad”.
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