El éxito es una duda
Anni B Sweet cierra en Madrid la gira por su segundo disco y se encierra a preparar el tercero La artista relata certezas e inseguridades de su carrera y su proceso creativo: "No sé si un día pensaré que soy buena"
En su cabeza hay un arreglo que suena de maravilla. Pero Anni B Sweet (Málaga, 1988) no sabe si será capaz de grabarlo y mantener su pulcritud. Para su próximo disco, la artista malagueña que susurra en inglés también tiene pensada unas dosis más abundante de canciones en castellano. Sin embargo desconoce si funcionará, si finalmente la cosa quedará así o si ella misma dará la talla. Ya puestos, a veces Ana López (su nombre real) hasta duda de si, a sus 25 años, le queda algo por decir en la música: “Es horrible. He tenido momentos en los que he pensado: ‘Si es que está todo hecho, y hay tanta gente tan buena’. Igual ya no podía aportar nada”.
Resulta que, un triunfo por MySpace, dos discos, muchas críticas halagüeñas y decenas de conciertos por el mundo después, esta joven de voz dulce y certezas temblorosas sigue haciéndose preguntas. Sobre su talento, por ejemplo: “No sé si algún día pensaré que soy buena”. O sobre sus actuaciones. “Si no, para mañana estaría tranquila. Y, en cambio, sé que voy a tener un mal día”, relata por teléfono desde Granada, poco antes de hacer la maleta. Porque “mañana” [hoy] ofrece un concierto en la sala Joy Eslava de Madrid con el que cierra oficialmente su gira bautizada, al igual que su segundo disco, Oh Monsters!.
“Siempre da un poco de pena. Pero en un momento dado necesitas un descanso, alejarte del álbum anterior y prepararte para el nuevo”, relata Anni B Sweet sobre el final del tour. Por lo menos, el balance de su año y medio dando vueltas por España con su indie pop y la tranquilidad desencantada de sus melodías es más que positivo: “Siento que he llegado a tocar las canciones como quería y a cada concierto se veía más gente”.
Al fin y al cabo, la artista lleva en la cresta de ola prácticamente desde el mismo instante en el que empezó a nadar. Su primer disco, Start, Restart, Undo, fue el pistoletazo de salida de un periplo enloquecido que en cuatro años la ha llevado hasta conciertos en Japón o México, hasta la fama y hasta jornadas tan intensas que apenas puede contestar a los whatsapps de sus amigos.
Como guinda, el próximo 10 de noviembre les disputa a Pablo Alborán, Auryn, Fangoria y Lori Meyers el título de mejor artista española del año en los premios europeos de MTV. “Me hace mucha ilusión, jamás me había planteado que pudieran nominarme. Aunque también es superextraño, porque no tengo mucho que ver”, cuenta Anni B Sweet de su candidatura, la única de una artista procedente de una discográfica independiente como Subterfuge.
Sea como fuere, tras tanto ruido, la artista busca ahora apagar los altavoces y encerrarse a cocinar su tercer trabajo. O más bien aliñarlo, ya que parte de su próximo disco ya existe. “Tengo canciones con voz y piano o guitarra acústica. Pero hay que grabarlas. Y luego quizás algunas cambien o introduzca otras”, relata la artista malagueña. Y añade: “No sé exactamente lo que voy a hacer. Pero sí quiero un sonido más de los sesenta, con matices electrónicos ochenteros”.
Desde luego, respecto al anterior Oh Monsters!, el nuevo álbum tendrá menos melancolía, al menos a juzgar por el contexto sentimental de Anni B Sweet: de una ruptura amorosa reciente a una convivencia de pareja en el campo cerca de Granada. Aún así ella no lo veo tan claro: “Algunas de las canciones que ya tengo no es que sean precisamente una fiesta. Siempre hay cosas malas de las que hablar”. Y eso es cierto, sin ninguna duda.
Babelia
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