¿Cuál es la película que sorprende a Bertolucci?
Una parte de la prensa y la crítica internacional proponen como favorita Philomena, de Stephen Frears
Descubrir la línea de pensamiento del jurado de la 70ª Mostra de Venecia no es una labor sencilla. Pero, conociendo la trayectoria de su presidente, Bernardo Bertolucci, y haciendo memoria de las palabras pronunciadas el día de la apertura del festival, el León de Oro caerá en las manos de un “filme que sorprenda”.
Philomena gusta. Cuando la Mostra está a punto de apagar las luces y comenzar a trabajar en la programación del próximo año, desde la sala de prensa, con una espléndida vista a las aguas mansas del Lido, periodistas de medio mundo proponen las posibles favoritas. La mayoría concuerda en que Philomena, de Stephen Frears, es la candidata número uno.
En el relato del director británico, una señora mayor inicia la búsqueda de su hijo. Cometió el grave pecado de quedar embarazada a los 14 años. Y en la Irlanda de los años 50 tales pecados se pagaban caro. La madre, interpretada por una magnifica Judi Dench, se queda sola. La expulsan de su casa y da a luz en un convento de monjas. Cuando el niño tiene tres años, las monjas venden el hijo a una familia rica estadounidense. La mujer buscará al hijo toda la vida, sin lograr nunca dar son su paradero. Para el Herald Tribune, The Guardian y la Folha de Sao Paulo, la cinta es conmovedora y posee muchas cualidades para llevarse el león alado. Sin embargo, en Italia, el crítico cinematográfico de Il Messaggero, Francesco Aló, considera que es un buen filme, pero no tiene las características que busca Bertolucci. “Es una película bella, sí, pero demasiado comercial”.
Cine canadiense En las páginas de la prensa italiana se lee que Bertolucci quedó encantado con el trabajo del joven canadiense Xavier Dulan, de 24 años, protagonista de Tom á la ferme del director Xavier Dolan. El autor de Lawrece anyways o Yo maté a mi madre propone el retrato de un joven con deseos confusos. Se desarrolla en la Canadá rural, algo homófoba. Allí llega el protagonista para asistir al funeral de un amigo muy especial. Los ejes del filme, la juventud y la identidad sexual son temas que podrían emocionar a Bertolucci, lo mismo que la estructura narrativa poco convencional. Para Le Monde, la película con la mayor cantidad de aplausos en La Mostra. “Aplausos muy merecidos para un filme extremadamente original”, escribe Franck Mouchi.
Triste retrato griego. Una parte de la crítica propone como posible candidata la cruel Miss violence, del joven director Alexandros Avranas, nacido en 1977. Una cinta que divide a los críticos: es para algunos una obra inútil, otros destacan el valor de tocar temas tan actuales como la crisis y el incesto. En la pantalla grande, una niña se lanza al vacío en el día de su cumpleaños número 12. Y muere con la sonrisa en los labios. Se va a la tumba con un secreto pesadísimo: su abuelo se pasó con las caricias; y como si eso fuera poco, también la obligaba a prostituirse para llevar dinero a casa.
Mejor director. Tras el anuncio de la despedida de Hayao Miyazaki, aquí en el Lido, muchos consideran que el maestro de la animación japonesa podría llevarse un premio por su última obra El viento. En el dibujo animando hay escenas de la vida cotidiana, paisajes del campo japonés, una ciudad devastada por un terremoto, lluvia, fuego, nieve. “El virtuosismo es inigualable. Sería absurdo privar a los niños de una película de este tipo. Un poco de pacifismo en estos tiempos de incertidumbre no está nada mal. ¡Y es tan hermoso!”, escribe Le Monde.
Fellini es Fellini. En la décima y penúltima jornada del certamen llega, fuera de la competición oficial el filme que mezcla documental y ficción, Che strano chiamarsi Federico de Ettore Scola (Avellino, 1931), un homenaje al gran cineasta italiano. La cinta es un elogio a la trayectoria de un artista que es “patrimonio artístico de todo el mundo”, dice Scola. Y lo ha querido realizar justo cuando se cumplen 20 años de la muerte del autor de La Dolce Vita. Scola ha sido íntimo amigo de Fellini, pese a la diferencia de edad. Se conocieron en 1947 cuando Scola apenas rondaba los 16 años y Fellini era ya todo un hombre. Pese a la diferencia de edad, inició una larga amistad. “Mi intención va más allá de contar el arte de Federico, más bien cuento el otro Federico, la visión de un amigo”. A la presentación esta tarde, en la Sala Grande, asiste el Presidente de la República, Giorgio Napolitano.
Babelia
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