Chiwoniso Maraire, cantante rebelde de Zimbabue
Maestra de la mbira, piano tradicional africano, no rehuyó el compromiso político frente a la autocracia de Robert Mugabe
Tenía apenas 37 años. La cantante y compositora Chiwoniso, una de las figuras de la música de Zimbabue, falleció el 24 de julio en un hospital de Chitungwiza, cerca de la capital Harare, a consecuencia de una neumonía. En el castigado país de Robert Mugabe, Chiwoniso no dudaba en cantar letras con carga política y social. Su disco Rebel woman, publicado en 2008 por el sello estadounidense Cumbancha, y en el que canta en inglés y en shona, es una buena muestra de su combativo repertorio: entre la música soul y el R&B, ofrece canciones tan expresivas como Matsotsi (La tierra de los ladrones). Decía que ella era como un espejo porque cantaba esencialmente sobre lo que veía que pasaba en el mundo. En el disco, que se abre con una canción que habla del poder curativo de los ancianos, contó con destacados músicos de África del Sur y Zimbabue, como el guitarrista Louis Mhlanga o el saxofonista y flautista Steve Dyer.
Chiwoniso Maraire, conocida en Zimbabue como Chiwoniso o incluso Chi, había nacido el 5 de marzo de 1976 en Estados Unidos, en la ciudad de Olympia, Washington, hija de una cantante y del maestro de la mbira y profesor de etnomusicología Dumisani Maraire, dos de cuyas obras fueron grabadas por el Kronos Quartet en su disco Pieces of Africa. Creció oyendo música, ya que sus padres daban clases en casa. Y recordaba en la banda sonora de su infancia y adolescencia a James Brown, Michael Jackson, Aretha Franklin, Roberta Flack, los Beatles y los Rolling Stones, pero también a Bach y Mozart. “Soy un cruce de culturas y de polinizaciones, igual que una flor”, solía decir.
Se acompañaba con la mbira, el piano de pulgar también llamado sanza o kalimba, antiguo instrumento africano, tradicionalmente tocado por hombres, que consiste en una caja de madera sobre la cual están fijadas unas láminas metálicas que se pulsan con los pulgares. La tocaba en público desde los cuatro años. A los nueve ya había grabado un disco en compañía de sus progenitores y con once actuaba junto a su padre y sus hermanos. Cuando la familia decidió regresar a África, la pequeña Chiwoniso entró a estudiar en una escuela para chicas.
El nombre de Chiwoniso empezó a sonar en los años noventa como cantante del grupo de hip hop A Peace of Ebony. Ancient voices, su primer disco en solitario, grabado en 1997, le valió el premio de Radio France Internationale al mejor artista novel. Entre 2001 y 2004, participó en Women´s Voice, banda formada por mujeres de diversos países y, en 2007, colaboró en una canción para Amnistía Internacional con motivo del 60º aniversario de la Declaración de los Derechos Humanos. Deja dos hijas, Chengeto y Chiedza, nacidas en 1996 y 1999 de su matrimonio con el líder del grupo Andy Brown and the Storm —del que estaba divorciada y que falleció el año pasado—-. Chiwoniso creía que los artistas desempeñan un papel especial en la sociedad y que tienen la responsabilidad de denunciar las injusticias sin temor a las amenazas del poder ni a la brutalidad policial.
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