Línea clara en tiempos de incertidumbre
Con el futuro de Sonic Youth en el aire, Lee Ranaldo pasea por cinco ciudades españolas su primer disco en solitario de pop-rock
15 de octubre de 2011, arranque e hiato indefinido. Lee Ranaldo (Long Island, 1956) estrena en vivo su primer disco de canciones como solista, Between the times and the tides, a las 24 horas de que sus compañeros en Sonic Youth Kim Gordon y Thurston Moore sorprendieran anunciando su divorcio. La ruptura matrimonial acarreaba el parón sine díe de la banda de rock más influyente de los últimos 30 años, en agridulce coincidencia con el notable álbum del cantante, compositor y guitarrista. “No creo que mi disco fuera una premonición. Habíamos vivido dificultades las últimas veces que trabajamos juntos, pero no tenía ni idea de lo que iba a pasar”, puntualiza desde Nueva York Ranaldo, de gira este mes por España (Ourense, 15 de abril; Gijón, 16; Madrid, 23; Barcelona, 24; Bilbao, 25) tras encabezar en febrero el exquisito festival Tanned Tin de Castellón. Esa cita ya presumió hace dos años con la presencia de Moore, que acaba de estrenar en largo su nuevo grupo, Chelsea Light Moving. “Ignoro cómo se encuentra su relación con Kim. Estamos todos muy ocupados y felices con nuestros propios proyectos. No hay planes ni conversaciones para trabajar juntos, sí próximas entregas de nuestros archivos inéditos”.
Dejando al margen el desasosiego de la parroquia indie, conviene detenerse en el reto de Ranaldo, hasta hace poco sólo afín a los discos paralelos de corte experimental. La aventura consistía esta vez en abrazar el formato de canción, para firmar y cantar no una porción reducida, como en Sonic Youth, sino la colección entera. “Tampoco sabría decir por qué no lo he hecho antes, aproveché un momento de menos actividad grupal. He disfrutado mucho con la creación colectiva en Sonic Youth, la esencia de estar en una banda”. Así que nada mejor ahora que una mano de los amigos: “Estoy acostumbrado a las colaboraciones, y para este álbum pensé enseguida en gente próxima: Jim O’Rourke, Nels Cline o John Medeski”. De los dos últimos, el guitarra de Wilco y el teclista de Medeski, Martin & Wood, aún paladeaba una experiencia compartida: “Fue asombroso lo que hicieron con las canciones de Dylan en la banda sonora de I’m not there”.
Un concierto acústico en el sur de Francia en 2010 sirvió de germen para Between the times and the tides. “Pensaba acudir con viejas canciones mías para Sonic Youth compuestas en origen con guitarra acústica. Y de repente, al ensayar, surgió Lost, uno de los cortes del disco. La magia de componer: creas algo de la nada y te abre el grifo para escribir un álbum completo de esa manera”. Curiosamente, Lost posee cierto deje que recuerda a R.E.M. “Quizá porque mi voz se aproxima a la de Michael Stipe. Actuamos juntos en un festival cuando acabábamos de grabar nuestro primer disco y ellos sacaban su primer single. Hemos tenido carreras parecidas durante 30 años, aunque Sonic Youth tiene más probabilidades de seguir como banda”. Y Ranaldo reivindica su diferencia: “Lost lleva un ritmo muy básico que se repite en forma de loop; entre nosotros lo llamábamos ‘la parte de Steve Reich’ en guiño al compositor minimalista”. Y ya puestos, ¿qué pensaría por ejemplo John Cage, pope de lo avanzado y partidario de una sola escucha por obra, del adictivo single de Ranaldo Off the wall? “La canción pop que se escucha una y otra vez representa un minimalismo repetido”, argumenta éste, avezado en vanguardias. Con Cage llegó incluso a departir de joven sobre el tema.
Lo que es cierto es que su disco se aleja de las asperezas sonoras y el cubismo guitarrero de Sonic Youth. “He escrito temas pop para la banda, pero terminaban transformados y sonando a ella. Ahora no he intentado forzar ni predeterminar nada, que cada composición siguiera su camino: del pop puro al rock o el folk calmado”. El álbum se abre con ecos en forma de riff de las influencias orientales de los Beatles y los Stones. “El rock es reciclaje y pretendía darles mi pequeño reconocimiento”. A Ranaldo le unen a España sus colaboraciones con Christina Rosenvinge o el fallecido Morente. La banda para su gira es la misma con la que ya prepara su próximo trabajo de estudio. “Sonará distinto porque los músicos esta vez participan desde el principio”. El grupo incluye al batería de Sonic Youth, Steve Shelley. Y Matador, que en 2008 les acogió de vuelta al redil indie, continúa siendo su casa. “No nos arrepentimos de haber fichado en los noventa por una multinacional. Sin eso, no habríamos durado 30 años”.
Babelia
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