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El Cervantes se aprieta el cinturón

El Instituto presenta su programación cultural en un esfuerzo de austeridad Víctor García de la Concha, director de la institución, asegura que no habrá un ERE ni se cerrarán centros

Daniel Verdú
El director del Instituto Cervantes, Víctor García de la Concha.
El director del Instituto Cervantes, Víctor García de la Concha.Gorka Lejarcegi

El Instituto Cervantes, como la mayoría de instituciones culturales dependientes de la administración, también ha sufrido una buena trasquilada este año. Unas transferencias, o el descenso de ellas, que afectan directamente a su capacidad de realizar propuestas culturales por el mundo. Pero hoy, su director, Víctor García de la Concha, y la directora de Cultura del ente, Montserrat Iglesias, han presentado el programa para 2013 al son del mantra de que la institución no es solo una gran academia de español en el mundo. Y que pese a los recortes, "a los malos tiempos", se mantendrá la excelencia y una programación parecida a la del año anterior. Pero la realidad es que ha habido que ajustar y buscar nuevas fórmulas de financiación. El programa, ha recalcado de la Concha, no será “tan amplio como en años anteriores”.

El presupuesto total disminuirá de 86 a 83 millones de euros

El presupuesto total disminuirá de 86 a 83 millones de euros. Y eso es en parte una buena noticia. Porque pese a que el recorte en las transferencias ha sido del 37%, se ha logrado que el tajo quedase en el 13,9% reduciendo gastos (se han suprimido iniciativas como la televisión del Cervantes) y aumentando los ingresos propios, especialmente en las matrículas y cuotas en las clases de idioma. Uno de los resultados del ajuste es que los centros se autofinancian ya actualmente en un 53% (antes solo lo hacían en un 33%).

García de la Concha, ha asegurado a este periódico que “no hay ninguna previsión de cerrar ningún centro ni hacer un ERE sobre parte de la plantilla”. Además, se centralizará gran parte de la programación para tener un mayor control y eficiencia del gasto. Los centros que se encuentren en Latinoamérica contarán también con una mayor colaboración de las instituciones locales para la programación cultural.

Se centralizará gran parte de la programación para tener un mayor control y eficiencia del gasto

Pese a todo, el Cervantes pretende seguir con su expansión en Asia y en EEUU. Pero se han acabado las inversiones en inmuebles que alberguen al Instituto. Más allá del nuevo centro que se prevé abrir en Miami (aprovechando el final de un contrato de un Centro Cultural Español en esa ciudad), a partir de ahora se buscará penetrar en las nuevas ciudades a través de universidades, según el propio director de la institución. Algo que ya hacen el Goethe Institute o el British Council. El mecenazgo, como no, es otra baza que pretende jugar el Cervantes. En países como EEUU ya se están obteniendo recursos por esa vía. En España, “será mejor cuando se apruebe una ley”, ha señalado de la Concha.

Las actividades programadas para este ejercicio centran su atención, al igual que en años anteriores, en la literatura, el cine, la música, el teatro, la danza, el arte, la historia o la divulgación científica. Sin embargo, se ampliará la colaboración con eventos ya existentes como PhotoEspaña, el Festival Ñ o el Getafe Negro para optimizar más los recursos. Al final, el acto de esta mañana, en el que la pianista Rosa Torres-Pardo y la cantaora Rocío Márzquez han ofrecido un recital, ha sido, según Montserrat Iglesias, una mirada optimista al futuro. Un llamamiento a hacer más con menos. Como en el resto del país.

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Sobre la firma

Daniel Verdú
Nació en Barcelona pero aprendió el oficio en la sección de Madrid de EL PAÍS. Pasó por Cultura y Reportajes, cubrió atentados islamistas en Francia y la catástrofe de Fukushima. Fue corresponsal siete años en Italia y el Vaticano, donde vio caer cinco gobiernos y convivir a dos papas. Corresponsal en París. Los martes firma una columna en Deportes

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