Boris Strugatski, el último clásico de la ciencia ficción
El escritor ruso revitalizó el género en su país junto a su hermano Arkadi
Boris Strugatski, escritor legendario gracias a las novelas publicadas en la época soviética junto con su hermano Arkadi y convertidas hoy en Rusia en obras de culto, falleció el 19 de noviembre en San Petersburgo a los 79 años de edad. Los últimos días Strugatski los pasó en el hospital en estado grave: a sus problemas cardiacos se le había agregado una neumonía.
Fueron los hermanos Strugatski los que en la Unión Soviética elevaron el género de ciencia ficción al nivel de la gran literatura. En 1959 apareció su primer libro en conjunto, El país de las nubes purpúreas, en plena época del deshielo de Nikita Jruschov. Las obras que siguieron fueron alejándose cada vez más del realismo socialista, planteando temas morales nuevos y satirizando la burocracia soviética. Qué difícil es ser dios (1964), El lunes comienza en sábado (1965), El caracol escalando una montaña (1966-68) o La segunda invasión marciana (1967) son algunas de las obras que tuvieron que luchar contra la crítica de los ortodoxos. El almanaque Angará, de la ciudad de Irkutsk, dejó de salir debido a que publicó Leyendas de la Troika en 1968.
Su obra más famosa es seguramente Picnic extraterrestre (también publicada como Picnic al borde del camino), novela que, con guion de los hermanos Strugatski, fue adaptada al cine por Andréi Tarkovski con el título de Stalker. La última obra conjunta de los hermanos Strugatski fue la pieza de teatro Escuchen judíos de San Petersburgo, en 1990. Al año siguiente moría Arkadi y la Unión Soviética.
Después de la desintegración de la URSS Boris escribió, ya solo, otras dos obras bajo el seudónimo de S. Vititski y dirigió la revista de ciencia ficción Mediodía. Siglo XXI.
De ideas democráticas, Boris Strugatski salió en defensa de los jóvenes juzgados este año por sus actuaciones en mítines y de las Pussy Riot. Sobre el futuro de Rusia, este mes comentó: “Por lo visto, nos esperan una de estas dos increíbles variantes: o la elite gobernante comprende que el único camino correcto para Rusia es la democracia, la economía liberal y Europa, entonces tendremos una nueva perestroika y viento de cambios; o todo irá como va, entonces nos espera el estancamiento y una Rusia del Tercer Mundo, con armas nucleares al hombro”.
Para el escritor Yuri Poliakov, director de la revista semanal Literatúrnaya Gaceta, Boris Strugatski es el “último de los clásicos de la gran ciencia ficción soviética”, una persona que “ejerció una influencia enorme en la formación de varias generaciones de rusos”.
Babelia
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