Todas las miradas enfocan a París
La celebración simultánea de varias citas para profesionales y de un sinfín de exposiciones convierten la ciudad en capital mundial de la fotografía por un mes
La maleabilidad de la fotografía consiste en la diversidad de experiencias que propicia en el espectador: puede inducir una especie de hipnosis estética, anestesiar el ánimo atribulado o instigar / documentar revoluciones. Todo ello es posible, este mes, en París, donde una verdadera constelación de exposiciones la acredita como capital mundial de la fotografía.
Es cierta la propensión de la capital francesa a reivindicar su protagonismo. Pero en este caso parece justificado el título si se valora solo una muestra de lo que tiene lugar este mes en la ciudad: Paris Photo —la mayor feria mundial de fotografía—, la miríada de exposiciones englobadas bajo la marca Mois de la Photo (Mes de la Fotografía), Offprint —el encuentro de editores independientes—, la feria alternativa Nofound, los eventos exclusivos dedicados al fotolibro (Le Bal, Books & Coffee) y las subastas de casas como Drouot (archivos del International Herald Tribune) o Sotheby’s (Magnum Nudes).
La ciudad se suma con ese despliegue a la red de capitales europeas que celebran el Mes de la Foto: Berlín, Bratislava, Budapest, Ljubljana, Luxemburgo, Viena... Y todo ello se une a las dos grandes exposiciones fotográficas de la rentrée parisiense: la de Manuel Álvarez Bravo en el museo Jeu de Paume y la de Paul Graham en Le Bal.
Paris Photo se desarrolla, por segundo año consecutivo, en el Grand Palais, que hace un mes albergó la Feria Internacional de Arte Contemporáneo (FIAC) y que ahora se ha vuelto a ver invadido —hasta mañana— por galeristas, comisarios, oteadores, compradores, coleccionistas y editores.
La feria, como su nombre indica, no puede tener más sabor a París: no parece haber presupuesto para calefacción —muchos expositores atienden con abrigo y bufanda— y el control de acceso evoca la canción de Serge Gainsbourg Qui est in, qui est out. Los bolsos son registrados a la entrada y a la la salida. El director, Julien Frydman, se enorgullece de que el evento sea más que una feria. Y lo es. Una serie de propuestas interesantes, meramente expositivas, hacen que sea algo más que un mercado de arte.
La feria Paris Photo tiene este año a David Lynch como fotógrafo invitado
La exposición Bernd & Hilla Becher. Printed Materials 1964-2012 rinde homenaje a los fotógrafos alemanes de la escuela de Düsseldorf y tres museos de Los Ángeles, Marsella y Ámsterdam exhiben sus adquisiciones recientes. Dos grandes colecciones privadas, The Archives of Modern Conflict del magnate canadiense David Thompson (del conglomerado Thompson Reuters) y JP Morgan, patrocinador del evento, también exhiben una parte de sus fondos.
Este año, la organización ha traído a su plataforma de debates a Roxana Marcoci (MoMA), Simon Baker (Tate), Marta Gili (Jeu de Paume), Urs Stahel (Fotomuseum Winterthur), David Campany (Universidad de Westminster), el arquitecto Rem Koolhas y el cineasta David Lynch, entre otros. El realizador ha sido invitado a confeccionar una selección de fotos de la feria, plasmada en un libro publicado por Steidl.
Por primera vez desde su creación en 1996, Paris Photo cruzará el charco en 2013 para exportar la feria (siguiendo a los suizos de Basilea) a Estados Unidos. En concreto, a los estudios de la Paramount en Los Ángeles, a finales de abril. Relacionado o no, llama la atención la potencia de la fotografía (y las galerías) de EE UU: Saul Leiter, Gordon Parks, Joel Meyerowitz, Stephen Shore, Alex Prager, Alec Soth, Steve Fitch, William Eggleston, Evelyn Hofer, Emmett Gowin, Lee Friedlander, Harry Calahan, Diane Arbus, Ed Ruscha, Vivian Maier… Más al sur del continente, la Rose Gallery trae lo nuevo de la mexicana Graciela Iturbide (Criba del cielo) y Oliva Arauna exhibe al chileno Alfredo Jaar. También es muy destacada la presencia de la fotografía japonesa, china, africana y de Europa del Este.
Parte esencial de la feria es la muestra dedicada al fotolibro, que incluye a los candidatos para los premios auspiciados por la fundación Aperture y la organización de Paris Photo. Phillip Block (ICP), Chris Boot (Aperture) y Jennifer Blessing (Guggenheim) figuran entre el jurado de los Photobook Awards, que premió City Diary, de Anders Petersen (Steidl) y un libro autopublicado: Concresco, de David Galjaard. Los objetos de deseo de esa muestra incluyen los primerizos Uncle Charlie, de Marc Asnin; A natural order, de Lucas Foglia, y C.E.N.S.U.R.A. y The afronauts, de los españoles Julián Barón y Cristina De Middel, respectivamente.
Por su parte, el editor y galerista Michael Kominek (Berlín) ha convocado en la feria independiente Offprint, en la Escuela de Bellas Artes, a algunos de los fotógrafos cuya obra ha expandido la percepción de la fotografía documental, como Alec Soth, Lise Sarfati y Ricardo Cases (Paloma al aire). Esa y otras actividades, como el Books & Coffee o el Kiosk en la librería de Le Bal, confirman que los editores de libros de fotografía se han convertido, en cierta medida, en una nueva raza de galeristas, con la osadía suficiente como para apostar por fotógrafos desconocidos por el gran público.
El estatus artístico del fotolibro se ha asentado de forma definitiva
A su vez, el interés que despiertan los fotolibros entre los coleccionistas y público en general sugiere que el estatus artístico (y el valor) del libro de fotografía, como creación o como mero registro documental, se ha asentado definitivamente. Así se explica, por ejemplo, que la librería argentina Poema 20 atesore una edición de 1937 de Buenos Aires de Horacio Coppola.
En algunos casos, la fotografía trasciende la edición y aporta nuevas formas de expresión. Es el caso de Alma, el proyecto multimedia sobre la violencia en Guatemala del fotógrafo catalán Miquel Dewever-Plana y la periodista francesa Isabelle Fougière, que ha dado lugar a dos libros (Blume / Le Bec en l’Air) y un exquisito y desgarrador webdocumental producido por la cadena Arte.
De forma paralela, París acoge este mes dos grandes subastas: el International Herald Tribune ha puesto a la venta las joyas de su archivo fotográfico y Magnum ha ofrecido en Sotheby’s una seductora selección de sus desnudos. Además, la agencia exhibe estos días en su galería una serie de copias vintage de Philippe Halsman relacionada con la inminente retrospectiva de Dalí en el Pompidou.
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